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“PAPÁ, ¡CÓMPRAME UNO!” (EN LA GAVETA ECONÓMICA #4)

“PAPÁ, ¡CÓMPRAME UNO!”

Dijo el niño mientras paseaba cogido de la mano de su padre: “Papá, cómprame uno”, dijo el niño. Al niño le importa un rábano lo que le compren, quiere algo, quiere uno.
Lo que quiere es que le compren uno, cualquier cosa, así le acostumbraron. Y el papá le compra algo, cualquier cosa, porque sí. Porque, piensa el papá, que así compra el cariño del niño. No le dice al niño que a estas alturas del mes el dinero se le acabó y que está tirando de tarjeta. Al niño no le importa porque nunca se le han explicado que el dinero no sale mágicamente del bolsillo de papá. El niño no lo comprende solo sabe que quiere uno de esos y el papá se lo da sin pensar que el agujero se hace mayor.
El niño crece. Sigue pensando que el dinero se reproduce espontáneamente. Que el papá y el Estado Papá son la misma cosa. Sigue queriendo uno de esos. Sanidad, Subvenciones, Salario complementario, Educación de calidad, Entierros gratis, Viajes gratis y hasta coches subvencionados, todo gratis. Total, piensa, papá sacará el dinero del bolsillo como siempre. El niño crecido piensa que el papá, físico o estatal, tiene dinero para todo. No entiende de déficit, ni de ingresos regulares, se molesta cuando en algún momento de su vida alguien le dice que no hay dinero, que hay que ahorrar y gastar menos. Se alarma cuando le dicen que se debe tanto dinero, que es posible que no le presten más. Exige que todo siga igual y se alarma cuando le dicen que cada vez se debe más. El sigue queriendo uno de esos.
Nosotros, los niños grandes de este país no solo creemos que papá estado es rico, no nos hemos dado cuenta que durante la campaña nos han estado bombardeando con muchas promesas que no se pueden pagar ni endeudándose más. Los buitres carroñeros que exageran lo malo le dirán que papá no quiere cuando la realidad es que no puede. Papá hipotecó la casa sin saber si con su sueldo la podría pagar. Los hipotecadores empaquetaron las hipotecas y las revendieron. Otros las mezclaron con Deuda Pública y las volvieron a revender. Parecía que había dinero cuando en realidad todo era una falacia. Todos se convirtieron en buitres tratando de salvar su parte de la pelota. La pelota dejó de ser redonda y se rompió. La burbuja arrastró a los “creadores de dinero”. Hubo que salvarlos. Hubo que rescatarlos y lo hicieron con dinero inventado. Papá Estado creó falso dinero y compró y compró. Se cambió una burbuja por otra. Las facilidades financieras se convierten en trampa, una nueva burbuja. Los únicos que ganan son los transportistas comisionistas. En esas estamos, inflando la burbuja. Mientras, unos han prometido y otros, los niños grandes y estúpidos, siguen queriendo otro de esos, pero gratis que es lo acostumbrado.
El niño ciudadano solo ve lo que existe a su alrededor, se piensa que todo el mundo es como su favorecido entorno. No se da cuenta que hasta ahora le podían comprar cosas porque otros niños de otros países ni se planteaban comprar otro, algunos incluso trabajaban para comer. Hemos pasado de las huchas para las misiones al “matarremordimientos” de mandar un mensaje a un número para no se sabe muy bien qué.  El niño chino aparece más rápido de lo que piensas, quiere tu cosa, tiene tu dinero, comprará y comprará. Papá se pondrá de rodillas. El bolsillo de papá se secará. Hemos perdido el control, es lo que llaman geopolítica. No quedará ni para comprarte uno.
Nada es gratis, querido niño. Al final todo se paga, tu bienestar también. La culpa es de los papás de esta Juajaeuropa que no te dijeron lo que los abuelos sabían y practicaban: No compres sino lo que puedas pagar. Que no te engañen con falsas promesas. Nada es gratis, querido niño. Si tu padre te quisiera te lo explicará para que lo entendieras. La pregunta es: ¿Podemos pagar uno de esos?   
¡Hala, que les vaya bien y tengan un buen año! Un saludo de
 El Magóez  (http://magoez.blogspot.com/)

En Las Medianías, que es mi sitio, a viernes 31 de Diciembre de 2015.


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“AQUEL BARRO Y ESTE LODO”

CICLO “LA  2ª GAVETA”que ahora es 5ª
COMENTARIO Nº 15-5ª TEMPORADA, 12  DE DICIEMBRE  DE 2013


Al hilo de la que está cayendo y de la que nos ha caído me viene a la memoria el viejo dicho “de aquellos barros estos lodos”. Que somos un país de chapuzas está claro. ¿En qué otro país del Mundo pudieran haber nacido Pepe Goteras y Otilio?
Durante la lluvia de oro, que no dorada, a su pesar, solo se trataba de hacer y hacer. En cualquier sitio, lo más rápido posible, todo nuevo y mucho de imitación. Piscinas en pueblos remotos, estaciones de autobuses o guaguas en cualquier descampado o páramo, carreteras paralelas y hasta aeropuertos impensados. Trenes rápidos para veinte kilómetros, nuevos pueblos en la nada, puertos refugio sin barcos que refugiarse. Todo por “culo veo culo quiero”, todo para poder inaugurar antes de la próximas elecciones. Las constructoras poniéndose las botas, los ingenieros y consultoras en una permanente diarrea de proyectos, los especuladores borrachos de apalancamiento. El Gobierno corriendo hacia adelante sin rumbo. Todo fue correr y correr. El despilfarro y la chapuza se instalan en nuestras mentes. Les votamos sin pensar cuando teníamos que haberlos botado. Llegó la tormenta y todo se convirtió en goteras, filtraciones  y humedades. ¡Todo chapuzas! El perfecto mono de imitación, el perfecto “efecto escaparate” que es la manera fina del “culo veo culo quiero”. Es que mucha agua ahoga.
Todo se fue en que muchas más personas que la casta política y financiera vivieran como ricos. ¿Quién no ha ido al Caribe o ha pasado un fin de semana en cualquier capital europea? Ustedes, el pueblo llano, también pecaron, y lo que es peor, se gastaron lo que no tenían. Pero llegó la lluvia, como en Macondo. Llegó la lluvia y no paró. Todo se convirtió en barro y el barro dejó paso al lodo.
En esos lodos estamos. Parece que escampa pero el lodo sigue. Construimos en riberas y ribanzos, las carreteras se convierten en represas y todo por no pensar. Salvamos a los banqueros y a sus empresas, es que eran sistémicos. Ahora perdonaremos a los ingenieros proyectistas. Lo peor es que no hemos cambiado nadie. Oigo las campanas de El Dorado otra vez. El Dorado no existe, fue una quimera, una especie de locura colectiva tanto arriba como abajo. Moriremos enterrados en los lodos de la nostalgia y del falso paraíso perdido. La prisa por recortar nos ha hecho más chapuzas. Mirado con perspectiva resulta que las verdaderas reformas quedan pendientes. Que el País no ha cambiado, tampoco su gente. ¿Dónde están la verdadera reforma fiscal, dónde está la necesaria reforma del gasto público, dónde está la simplificadora reforma laboral? Durante la crisis hemos llegado a un gasto público equivalente al 48% de la riqueza total generada, eso que llaman el PIB, inaguantable. ¡Hemos subido el porcentaje en momentos de crisis fiscal! Increíble pero cierto y todavía dicen que ha recortado.
Ahora resulta que nos preocupa la pérdida de imagen de la marca País. Si nos la hemos ganado a pulso por chapuceros. El Mundo se ha dado cuenta y una vez ganada una fama se tarda mucho en recuperarse. El “milagro español” tenía los pies de barro y los cimientos en el lodo. Ahora ha caído mucha agua y el lodo se ha licuado. Todo se resquebraja.
¿Pesimismo? No, pura realidad. Hay que encontrar un proyecto común a medio plazo. No me valen promesas electorales, la cosa es más profunda. El “mercado” se conforma con que seamos capaces de pagar nuestras deudas, nosotros no debemos. No se trata de recortar y recortar, se trata de reformar con un objetivo. Se trata de tener un plan estratégico común, se trata de saber a dónde vamos. Si eso es Constitución pues hay que arreglarla, me preocupa la rebelión de las regiones, me preocupa la falta de altura de esta clase política nuestra. Así no arreglamos nada. Para que haya arco iris es necesario algo de lluvia y sol, aquí el panorama está muy nublado. Seguiremos enterrados en el lodo de la mediocridad y le seguiremos echando la culpa al agua que viene de fuera. Arreglemos lo que haya que arreglar, con esfuerzo y tenacidad, sin chapuzas para que cuando vuelva el agua nos coja preparados. Sigue lloviendo en Macondo.

Gracias por su atención y sean sensatos. Reciban un fuerte abrazo de su amigo,


En Las Medianías, que es mi sitio, a Jueves 12 de Diciembre de 2013.

Postdata: Un vecino invirtió sus beneficios en comprar a la competencia exterior y ahora tiene un imperio y vende tecnología. Hay que tener amplitud de miras para modificar el Ref. No puede ser una trampa fiscal, al contrario.
                                                                                 

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