“NUEVOS AIRES NUEVOS”

En uno de estos últimos puentes uno de mis compadres se fue a la capital de la nación. Cuenta que le gustó bastante. Lo que más le llamó la atención fue el nuevo sistema de taxis llamado “ubres” o algo así. Se lo llamaron del hotel para volver al aeropuerto. Coche limpio, nuevo, amplio y silencioso. El chofer emperchado con un terno como de entierros y su camisa con corbata. Afeitado de esa misma mañana. Le pregunta si quiere que le ponga la radio y si tiene alguna preferencia y si el climatizador está a su gusto. Como dicen en las novelas el vehículo se deslizó suavemente camino del aeropuerto. Llegamos en un pisplas o así se lo pareció. Pagó el recorrido, sin problemas, con su tarjeta bancaria. ¡Oiga, que fui como un señor y más barato! El conductor se despidió sonriente.
¿Más barato que qué? Es que tenía que haber empezado a contar por el principio. Al llegar a la capital me puse en la cola de taxis para ir hasta el hotel. Me tocó, como si fuera una rifa, un cacharro blanco con los sillones hundidos y restos de galletas. El conductor con barba de tres días, chándal y chanclas. Me puso la radio que le dio la gana, muy alta. Se pasó una parte del recorrido criticando a la alcaldesa y al gobierno, no le importó mi opinión. Los cristales los mantuvo bajados y llegué al hotel despeinado y con dolores en las raíces de los pelos. Pagué lo que marcaba el cacharro ese que llevan los taxis y que pone una cantidad que cambia una vez llegado a destino por eso de los “complementos”. Pagué lo que me dijo, en efectivo, así le dejas de propina el redondeo. El chofer se despidió murmurando y medio mosqueado, no sé con qué cosa. Llegué como a disgusto y sin sentirme un cliente, simplemente un “pax” como dicen en el low-cost.
Así está la cosa. Chocan el gremio de toda la vida con el nuevo mundo tecnológico y competitivo. Conviven y ganará el más moderno si los políticos no interfieren. Está pasando como cuando en los primeros setenta apareció el radio-taxis frente al taxista de parada fija. Era igualmente rompedor, al final se adaptaron como lo han hecho con el callejero por “gps” en lugar de aquella sucia y manoseada guía en papel que usaban para buscar calles no habituales.
Historias como esta se podrían contar en muchos sectores. Comidas, viajes, compras, etc. Economía compartida, de aprovechamiento, circular o parecido. Mucho hay de verdad en estos nuevos modos y algo de pose pseudo-intelectual. El caso es que ha venido para quedarse, son el nuevo capitalismo global. Este nuevo capitalismo hijo de las nuevas tecnologías y la consiguiente globalización. El mundo se ha vuelto finito y se ha llenado de personas y de nuevos actores geopolíticos. Todo ha cambiado sin que casi nada cambie. No hay revolución, simplemente el capitalismo, que ahora es casi global, ha doblado una esquina de la calle de la historia. Los números económicos del Mundo son mejor que nunca en los últimos siglos aunque usted ciudadano del primer mundo no lo perciba. Los nuevos aires son buenos para casi todos los humanos. Los nuevos aires trastocan el equilibrio establecido. Esperemos que cuando se restablezca el equilibrio no quedemos en la parte de los desfavorecidos. Por demografía y por soberbia pudiera ser que los nuevos aires no fueran buenos, veremos y esperemos esperanzados.
Del taxista a la criptomoneda, esta es nuestra época. Todo se desregula, los  Estados se mosquean, pero es posible que el “bitcoin” (la criptomoneda por excelencia) sea una parte de su futura jubilación. Es posible que estemos viendo el nacimiento de un nuevo sistema de pagos generalizado. Haga como el viejo judío con sus beneficios: dedique la mayoría a su negocio, un diez por ciento a negocios especulativos con amigos y socios y el dos por ciento restante por si surge algún bitcoin. Los nuevos aires están aquí, ya veremos como son, pero dadas las fechas navideñas mi deseo es que sean “nuevos aires buenos”
¡Hala que les vaya bien! Hasta el mes que viene y ¡BUEN AÑO 2018! Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 31 de diciembre de 2017.


ENTRADAS ANTERIORES:

#25, 26 de noviembre de 2017
En economía también hay otoños, unos los llaman fin de ciclo y otros el final del imperio:



#24, 29 de octubre de 2017
En economía, y en la vida, toda acción tiene sus efectos, y quién compra oro :

#23, 29 de septiembre de 2017
El color si importa, alternativas de gobierno e ideología, dos formas de vivir :


“EL EFECTO OTOÑO”

Un amigo me decía siempre que “no hay acción buena sin su penitencia”. En el comentario anterior, el del mes pasado, hablaba de que toda acción tiene sus efectos, buenos y malos o viceversa. En los últimos años hemos doblado una esquina en la evolución de nuestro sistema económico. Aunque todo parece parecido ya nada es igual y, por supuesto, que nunca volveremos a la fiesta anterior; sobre todo los países occidentales. Hay zonas del mundo que todavía pueden hablar de primavera y verano económicos. La democracia ya no garantiza el bienestar económico, las normas han dejado de garantizar la equidad y el apoyo al conocimiento. Hoy en día el conocimiento se copia y se roba, nos venden productos más baratos con nuestro conocimiento robado y/o copiado. La justicia mercantil es distinta según el país que la aplique, pero el mercado es global. El Mundo nunca ha sido justo pero pocas veces tan injusto como ahora. Antes Occidente exportaba conocimiento, calidad y democracia mientras importaba materias primas y “trabajo barato”, ahora compramos nuestro conocimiento sin calidad y nos hemos olvidado de la democracia igualatoria. Seguramente es comodidad de la cuarta o quinta generación acomodada. Hoy en día no se hubiera podido “liberar Europa del nazismo”, se hubiera alcanzado un status quo. El precio se ha impuesto a los principios y la civilización. Nuestra civilización ha devenido en otoñal.
En muchos casos hemos dejado la producción en manos poco expertas, hemos dejado la producción en manos de empresas de rápido enriquecimiento para la propiedad sin importarnos el desarrollo de los currantes. Los Estados no democráticos tapan la falta de libertades de sus ciudadanos con falsas libertades consumistas. Ellos están todavía en su primavera, no conocerán el verano pleno y hasta pueden que cambien su democracia inalcanzada por un nuevo, o viejo, imperialismo hegemónico. La economía es culpable de muchas cosas y puede ser culpable de todo. ¿Será la democracia una etapa en la historia? ¿Está naciendo el ciudadano hormiga allá en Oriente? La libertad no es una mercancía. Se caen las hojas de los árboles, hace frío, el otoño se acerca. La economía del bienestar exige árboles frondosos donde las hojas de la demografía, el imperio de la defensa del conocimiento y el diseño, la libertad y el premio al esfuerzo estén bien alimentadas de savia sana. Sana savia cuyo principal ingrediente se llama libertad. En aras de la libertad hemos dejado espacio a una importante quiebra de la democracia y economía. La toma de decisiones han dejado de ser de mercado (de expertos) para convertirse en el resultado de una asamblea libertaria permanente (la democracia exige normas, no ruido). Me resulta patético ver a un político, aunque se local, pedir a los empresarios que suban los sueldos, -No señor- su papel es crear el ambiente y la legislación pertinentes para que eso ocurra y además tiene los impuestos si es capaz de gestionarlos adecuadamente. Occidente se ha metido en una espiral de oportunismo político que le hace cada día más débil económicamente hablando. Son los vientos del otoño.
No sé qué pecado veraniego estamos pagando, lo atisbo. Acomodamiento y consumo, egoísmo. La importancia de lo mío frente a bienestar global. El reino ha dejado de ser rico porque sus campesinos se comen sus cosechas, el reino proveerá si no llegan. Pero es peor, el campesino ha dejado de tener hijos porque comen mucho y dan preocupaciones, el reino se empobrecerá, faltarán manos. El reino, antes triunfante, se desangra por falta de campesinos. El bienestar veraniego se transforma en otoñal hambruna, si no ahora en pocos años será. Ya sé que los imperios (las sociedades) tienen primavera, verano, otoño e invierno. También se que no se puede ganar siempre la liga y la champions. Pero es una verdad como la copa de un árbol que se puede conseguir, con estrategia y mucho trabajo, estar siempre en los puestos de cabeza. Abandonar los principios fundamentales se paga. Hay algo más que economía para que siga existiendo la economía. Usen la cabeza para algo más que llevar el sombrero. 
Lo llamamos crisis pero es el primer temporal del otoño. En la cabeza debe haber pensamiento, conocimiento y principios para que el sombrero tenga algo que proteger.  Protéjanse del viento de Otoño.
¡Hala que les vaya bien! ¡FELICES FIESTAS!Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 26 de noviembre del otoño de 2017.



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"EFECTOS"


Hace un par de  años escribí, en una de estas reflexiones mensuales en la que meditaba sobre la Teoría Económica, y llegué a la conclusión, tal vez atrevida, de que estaba obsoleta. Hace unos meses me planteaba para qué sirve el PIB. Estos “escribidores de economía” que tenemos y que se empeñan en llenar hojas de periódicos repitiendo mantras obsoletos nos están liando el coco a los que no sabemos mucho de estas cosas ¿Se acuerdan de “la kk de los nóbeles”, cuando me quejaba que hacían preguntas de fuera de su especialidad a respetables profesores premiados? Yo opino que la cosa sigue igual: ni la teoría ni la comunicación están poniendo el dedo en la llaga.
Nos hemos olvidado de que el mundo ahora es casi plano, que la globalidad ha cambiado los límites del terreno de juego. Que lo que antes se podía definir como casi infinito, ahora es perfectamente finito, que la teoría de los crecimientos marginales decrecientes actúa mucho antes. Que ahora el Mundo parece plano pero que no es homogéneo y por lo tanto los problemas se complican. El “céteris páribus” es una simplificación absurda, hoy tenemos herramientas que la hacen innecesaria. Se están produciendo nuevas relaciones en la estructura de las naciones que llevan a comportamientos no secuenciales de los parámetros económicos: la llamada economía colaborativa distorsiona el PIB, el efecto “renta mínima” y la devaluación interna modifican la tasa de actividad de las sociedades desarrolladas ¿Las antiguas?, el efecto Amazon permite comprar mas barato y, a cambio, destruye empleo local, La “devaluación interna” producida por las políticas de austeridad no solo disminuye el PIB sino que está poniendo en peligro la pervivencia de la economía del bienestar, podría seguir. Todo ha cambiado y produce sus efectos, malos y buenos.  Los precios unitarios de los productos disminuyen fruto de la “devaluación interna” en sueldos y salarios, el PIB monetario disminuye, no cuadran las series de datos. ¿Estagflación? No, un fenómeno nuevo provocado por el IPC estancado y la “nueva productividad” basada en bajar salarios. Para salvar “occidente” se han tenido que bajar los salarios de manera encubierta, es lo que pretendía en el fondo la política de austeridad aplicada; aumentar la productividad bajando salarios. Para salvar del bloqueo a las economías por falta de liquidez, los bancos centrales pusieron en marcha las “facilidades financieras” a la banca. Ahora veremos cuando se acaben cómo reaccionan las economías, la financiera y la real. Como ven estamos viviendo el efecto del efecto del efecto. Todo está encadenado y casi nada es casual. Se está recomponiendo el orden mundial, un nuevo equilibrio se acabará produciendo, se ve y se sienten los efectos del terremoto geopolítico en curso, todo está cambiando. Son los efectos.
Ahora cuando parece que las políticas de austeridad remiten porque han salvado la economía europea, nos encontramos con otra UE políticamente inestable, sin rumbo y más pequeña en comparación con el Mundo. Hemos sobrevivido pero no hemos ganado. El estado del bienestar ha sobrevivido malamente. Por lo menos nos queda la posibilidad de remendar la unión y buscar  nuevos caminos. Recuerden que “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”. Efectos negativos pero efectos al fin y al cabo. Bueno es saberlo.
El “efecto oro”. Sube el oro. Hay oro industrial en retroceso por nuevos materiales y tierras raras para la producción electrónica. Hay oro religioso muy usado en oriente, China, India, Tailandia y otros de la zona ofrecen laminitas de oro junto a las oraciones en los templos. Hay oro joyas que no parece variar en su demanda. El precio sigue subiendo más que proporcionalmente a las demandas comentadas. ¿Quién está comprando oro? ¿Vuelve Bretton-woods? En el terremoto geopolítico parece que alguien está buscando una cierta convertibilidad oro de su moneda, es la lucha por derrocar al dólar como única moneda de referencia. Todo cambia y tiene sus efectos. La ruta de la seda revive. Capitalismo y democracia se empiezan a divorciar y eso tiene sus efectos. Toda ha cambiado en diez años.
Veamos y conozcamos los efectos de lo que está ocurriendo, unos serán reconducibles y otros no. No caigamos en el ombliguismo de estirar los conceptos de nuestra convivencia hasta autodestruirnos, lo advirtió Isócrates en el 350 AC.  Todo cambia y todo tiene sus efectos, hasta el vuelo de una mariposa los tiene.

¡Hala que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de
En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 29 de octubre de 2017.

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PARA RELEER LOS COMENTARIOS CITADOS:

“DEL AZUL Y DEL ROJO”

Del azul al rojo o viceversa. No voy a hablarles de maniobras militares. Voy a hablarles de economía política, del azul del debe y el rojo del haber contables. De cómo los rojos y los azules, casi sin darse cuenta, nos tiñen las vidas. Hay un tiempo del hombre y un tiempo de la sociedad, el hombre propone y la sociedad con su inmensa inercia mantiene modos que el hombre proponedor quiere cambiar. De pronto hemos llegado al color del Estado. Yo soy de los que opina que los Estados, y más los Gobiernos, están para molestar lo menos posible. ¿Grande o pequeño? ¿Cómo debe de ser el tamaño del Estado? ¿Debe dejar hacer a la sociedad o convertirse en esa madre protectora, más bien madrastra, que proporciona al niño todo lo que desea aunque no lo necesite? Pensemos juntos.
¿Rojos o azules? ¡Ah, la clase política! Ni ellos mismos saben donde están, por mor de eso que llaman “pragmatismo” están perdiendo la ideología tradicional. Los azules suben los impuestos como siempre han hecho los rojos y estos últimos perdonan a sus clientes teóricos. Entre unos y otros, con insultos y denuncias ha dado un papel  deslumbrante a la tradicionalmente discreta justicia. Los directores de medios de comunicación se han convertido en vulgares gerentes de su empresa y se han puesto al servicio de sus capitalistas, renunciaron a la verdad pura y dura, ahora la verdad, o la mentira, van teñidas del rojo, azul o amarillo que más venda. Todo se ha ido bichando paulatinamente, gusanos y trepas habitan el mundillo de la política, el poder y los alrededores. Alguien se ha vendido y renunciado a su tradicional papel. La cosa se ha desequilibrado. El largo plazo y los principios se ha distanciado u olvidado de la clase política, priman los próximos votos, priman los vendedores de velocidad y, así, se ha desenfocado la economía política y ya nadie sabe donde están los azules, los rojos o los morados. El pueblo desconcertado se indigna.
Volvamos a lo que quería contarles. Todavía hoy en muchas contabilidades se presentan las “cuentas de resultados” en dos colores; el azul para ingresos y el rojo para los gastos. Hay gestores que se preocupan más del azul que del rojo y viceversa. Son estilos y escuelas. Cuando pasamos a la gestión de los recurso públicos pasa parecido. Hay ideologías azules y rojas (entremedio pongan todos los matices que quieran) que trasladan su ideología a reducir el rojo o a aumentar el azul; gastos e ingresos. Curiosamente los colores de las ideologías practicantes, cuando mandan, coinciden con los colores que tradicionalmente se asignan a “derecha” e “izquierda”. La derecha azul tiende a cuidar-reducir los ingresos-impuestos porque considera que el dinero está mejor en manos del público, los izquierdosos consideran lo contrario, es Papá Estado el que debe de manejar el dinero porque el pueblo-público gasta alocadamente y necesita ser cuidado y guiado. La consecuencia inmediata es un Estado más grande o más pequeño, un Estado que le da una mordida menor o mayor al PIB colectivo. Afortunadamente se han ido alternando y el estado se hincha y se deshincha lo que le permite esta “economía social de mercado” como define la Constitución Española al Estado del Bienestar de esta Europa nostra. Con esta fábrica de ciudadanos reducidos a su pequeña zona de confort las naciones se debilitan paulatinamente. Nadie sabe  a ciencia cierta cuándo empezó el declive de Roma; el caso es que el modo de vida romano duró hasta la invasión musulmana del siglo VIII. Parece que todo sigue igual pero cambia, y cambia sin apenas notarse, Tanto es así que el azul hace política roja y el rojo politiquea por el azul pálido. El pueblo perdido.
Lo que les quiero contar este mes es que el color sí importa, que unos vaciarán tus bolsillos para manejar su pesebre de rojos y rojillos mantenidos presupuestariamente, y otros, más pragmáticos, te dejarán administrar e invertir mayor parte de tus ingresos. La zona de confort se reduce y se agranda, que cada uno piense y elija si quiere las arcas del Estado grandes o pequeñas. Nunca se olviden del antiguo dicho: “Ciudadanos ricos, Reino poderoso”. Como siempre deben de elegir entre el azul y el rojo.  Papá conseguidor versus Papá tutelador. Rojos versus Azules.
 ¡Hala que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a viernes, 29 de septiembre de 2017.






ALGUNOS COMENTARIOS ANTERIORES A ESTE:


#22, 30 de julio de 2017

¿10 años perdidos? Puede, y mientras tanto sin notarlo apenas "el gran cambio":

 “10 AÑOS, UN SUSPIRO

#21, 25 de junio de 2017
Sobre el papel doble que jugamos en economía y sociedad, peligros de renunciar:

#20, 28 de mayo de 2017
Sobre el PIB y sus limitaciones, mismo PIB no significa iguales, el PIB como indicador:

 “¿Y CÓMO ANDA SU PIB?


#19, 30 de abril de 2017
Sobre el valor añadido y el origen de los productos, dicotomía: de cerca o de lejos:

 “SU MIX DE VIDA


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“10 AÑOS, UN SUSPIRO Y MÁS”


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Casi diez años, un suspiro. Un banco americano revienta y parecía lejísimos. La estructura financiera se va derruyendo lenta y constantemente. El mundo conocido como occidental entra en crisis; se contagia el sistema financiero mundial con el virus de la inseguridad. Los activos y pasivos financieros se llenan de carcoma y ya no se sabe cuáles están bien y cuáles contaminados. La propia manera de generar dinero empaquetando riesgos y recolocándolos toca a su fin. La desregulación financiera deja de generar beneficios, entra en acción la ley de los rendimientos marginales decrecientes y la estadística del riesgo avisa ¡Así poco más!
Hace poco más de 10 años que sobre la última de las infraestructuras construidas y sobredimensionadas se ha edificado un mundo global. Internet saca de sus madrigueras lo bueno y lo malo de las sociedades. Los controles dejan de ser eficaces. La electrónica hace saltar todas las barreras. Un nuevo orden se hace preciso. La convulsión del sistema moribundo derriba comportamientos perennes. El sistema de poder difumina sus fronteras y nuevos actores empiezan a intervenir de manera activa. Se acabó el estatus quo, todo se mueve, todo cambia. Las relaciones de fuerza, poder y comercio cambian al ritmo que masas ingentes de habitantes del mundo quieren dejar de pasar hambre y penalidades. Antes era muy fácil: el occidente desarrollado dominaba, ahora, ya no hay espacio para ello, los antiguos segundones lejanos empiezan a dejar de ser segundones y salen de sus cuevas tradicionales con una voracidad y avaricia que ya no tenían los antiguos señores del poder ¡No es solo una crisis del sistema financiero, es una crisis de un sistema!
 Hace casi 10 años que cambiaron el Mundo y sus circunstancias. Casi todos lo sufrimos y muy pocos se dieron cuenta de que la cosa iba en serio. Nada volvería a ser como antes. El nuevo modo de relacionarse y la organización de la producción de bienes y servicios tenía que ser distinto. Cuando dejamos de ser poderosos la zona de confort se reduce, si no desaparece. Todavía me duele oír a políticos, sindicalistas y tertulianos pronosticar que todo volverá a ser como antes. Mentira, nada volverá a ser como antes, las relaciones de fuerza han cambiado. Otro mundo ha nacido, otra nueva división se ha fraguado los pre-milenials que casi no cambiaremos, en todo caso seremos más pobres, y los milenials que saben que nos es fácil que lleguen al bienestar de sus progenitores y que saben perfectamente que la cosa será más dura y menos estable. Esa es la raíz de la mayoría de las políticas de desmontaje del entramado político que estamos viendo. Se dan cuenta escribo como un viejo pre-milenial.
  Hace 10 años que no sabíamos, ni habíamos oído hablar, de economía colaborativa, de smart-aparatos, de low-cost, de economía circular, de coches autónomos, de app-para-todo, de marketing emocional, y de otras cosas parecidas ¿Todavía dicen que la crisis ha sido económica? La catarsis que hemos sufrido está escondida entre los pliegues de la cortina económica. Los ocho mil millones de humanos que somos han empezado a caminar y a comer. La vieja occidente va ocupando paulatinamente su lugar, o lo asimilamos o seremos barridos como cultura. Ya lo estamos siendo como economía. Hay quienes estando en la periferia hacen esfuerzos erróneos para seguir figurando; hay pueblos que pasan hambre porque sus señores al escoger entre mantequilla y cañones han elegido estos últimos.
Hace 10 años un relativamente pequeño banco quebró en América, parecía una anécdota. Hace diez años cambió el Mundo. En los últimos 10 años que la gobernanza del mundo trata de que la cosa sea lo menos traumática posible. La bomba financiera sigue ahí, enmascarada por las facilidades financieras de los bancos centrales a la economía ¿Vale la pena salvar las financieras? ¿Cuánto tiempo podrán aguantarse los tipos de interés cero o parecido? Hemos perdido 10 años poniendo parches y ahorrando papel higiénico y bolígrafos, años que podíamos haber dedicado a cambiar el Mundo, al menos, nuestra sociedad próxima. Ahora: hijos que nunca serán clase media, mileuristas. Dos clases milenials y pre-milenials, y a pesar del cariño mutuo: irreconciliables ¡10 años perdidos!¡10 años de cambio! 
 ¡Hala, buenas vacaciones y que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 30 de julio de 2017.





ALGUNOS COMENTARIOS ANTERIORES A ESTE:


#21, 25 de junio de 2017
Sobre el papel doble que jugamos en economía y sociedad, peligros de renunciar:

#20, 28 de mayo de 2017
Sobre el PIB y sus limitaciones, mismo PIB no significa iguales, el PIB como indicador:

 “¿Y CÓMO ANDA SU PIB?


#19, 30 de abril de 2017
Sobre el valor añadido y el origen de los productos, dicotomía: de cerca o de lejos:

#18, 26 de marzo de 2017
Sobre la Unión Europea y la peligrosa coyuntura actual ¿Habrá Europa a fin de año?





CONSUMIDORES Y CIUDADANOS


Usted y yo somos consumidores. El consumidor es aquel ser que demanda productos, bienes y servicios, al mercado. Hoy en día el consumidor no se ve como aquel rígido consumidor de la teoría clásica, hoy el consumidor es sujeto pasivo de estímulos y herencias, no es racional es eminentemente emotivo en su forma de actuar. Hoy en día la teoría nos propone un consumidor con necesidades jerarquizadas y subordinadas unas a otras; el tiempo y la variación de ingresos le hacen cambiar sus necesidades; hoy en día las necesidades del consumidor están influidas por la publicidad, las modas, la cultura y los amigos. Compleja situación cuyo estudio ha propiciado más de un premio Nóbel. El mercado ha aprendido que el consumidor es maleable y, por tanto, manejable. La batalla entre el yo personal y el yo colectivo está detrás de la independencia del consumidor. La educación y los principios le harán más de un lado que de otro.
El consumidor como ciudadano, que es, de un país posee derechos y obligaciones. Las obligaciones están claras. Los derechos varían en función del tipo de organización social. A pesar de los Derechos del Hombre de la ONU, hay países, las dictaduras personales o del proletariado, cuyos habitantes están casi sin derechos; de estos sabemos que han fracasado y empobrecido al pueblo. Otros las dictaduras políticas con mercado económico medianamente libre solo les dan a sus ciudadanos algunos derechos económicos, como consumidores sus ciudadanos tienen cierta capacidad de elegir en un mercado que en el fondo es controlado. Desgraciadamente este tipo de países están proliferando rápida y silenciosamente, están en el núcleo duro de la hegemonía de estos momentos. Por fin nos encontramos con los países que se definen como defensores de la libertad individual, la igualdad personal y algo de fraternidad: las democracias occidentales. Hegemónicas en el pasado siglo y que tienen que aprender que tras la renuncia de Trump a ejercer de líder de occidente y guardián mundial, su papel han de encontrarlo en otros menesteres menos imperialistas. El ciudadano tiene que dejar de ser un mero consumidor de bienes y servicios para convertirse en un ciudadano que ejerce fuertemente sus derechos políticos. Porque no es solo la economía lo que importa, la toma de decisiones políticas marcan decisivamente en qué tipo de sociedad vivirá, futuro próximo y lejano. La Política y su control ciudadano pasan a ser importantes decisiones económicas. Los políticos pasarán, así, de ser propietarios del futuro de los ciudadanos a “gestores apoderados” con rendición de cuentas a la masa ciudadana. Hay que preparase rápidamente para ejercer de ciudadanos y no apacibles consumidores-borrego.
Todo esto está en el trasfondo de la desafección de los ciudadanos con la tecnocrática Unión Europea. Los ciudadanos están alejándose cada vez más de las fuentes de realidades y desafíos, creyéndose ciegamente los mensajes de los medios de comunicación social, que, por supuesto, también informan a las personas, pero que poseen un poder de fragmentación social  que nos van paulatinamente aislando en sistemas de información separados y cerrados que nos aíslan y radicalizan a todos. Piense en que periódicos lee cada día, siempre los mismos. Piense en sus amigos en redes sociales, poco a poco se va quedando con los que piensan como usted y suben “memes” y “noticias” que le resultan agradables y denigran al que piensa distinto. De ahí nacen todos los populismos (no solo los de extrema derecha y los radicales islamistas), el odio entre ciudadanos que ven en el adversario político al diablo y lo denigran por hipótesis, peor, lo odian. Eso no es convivencia, eso es sectarismo y se acabarán creyendo las viejas mentiras y utopías que ahora les venden envueltas en nuevos embalajes; vale tanto para los bienes como para las ideas políticas fundamentales. Ser ciudadano no es solo un derecho es una responsabilidad, ser consumidor también lo es.
Los Gobiernos están para no molestar, moléstese usted en conocer antes de elegir, amplíe sus miras, o terminará convirtiéndose en borrego consumidor que vivirá sojuzgado y sin futuro. Aunque no se lo crean esto es economía profunda. Usted y yo, no lo olvide, somos consumidores y ciudadanos.
 ¡Hala, y que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 25 de junio de 2017.



ALGUNOS COMENTARIOS ANTERIORES A ESTE:


#20, 28 de mayo de 2017
Sobre el PIB y sus limitaciones, mismo PIB no significa iguales, el PIB como indicador:

#19, 30 de abril de 2017
Sobre el valor añadido y el origen de los productos, dicotomía: "de cerca" o "de lejos":
 “SU MIX DE VIDA
#18, 26 de marzo de 2017
Sobre la Unión Europea y la peligrosa coyuntura actual ¿Habrá Europa a fin de año?
 “LA UE ¿UN ESTADO FALLIDO?"
#17, 26 de febrero de 2017
Sobre la autarquía y el aislacionismo, peligros del "yo primero", ¿USA vs Trump?:



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¿Y CÓMO ANDA DE PIB?


Hace bastante tiempo que me hago la misma pregunta: ¿Qué mide el PIB? La respuesta está en los manuales para principiantes y aprendices. Una vez leídas sigo preguntándome: ¿Pero el PIB qué mide? Es como si el estado de la economía mundial se midiera por el precio del oro y su evolución. Simplificación simplificadora. Supongamos un PIB “X” y que dos sociedades tienen esa “X” de PIB, pero una lo tiene completamente por su producción de cebollas y la otra fabrica lavadoras y produce piñones; algo nos dice que a igualdad de PIB no tiene necesariamente que haber igualdad de riqueza. La realidad es mucho más compleja pero, “céteris paribus”, nos vale para discurrir. La primera pregunta que nos viene a la cabeza es ¿tienen los mismos habitantes? Probablemente no y entonces ese PIB por persona se empieza a transformar en productividad. Podríamos buscar y comparar el porcentaje de población que es verdaderamente productiva, aquí entra en danza la “tasa de actividad” que también es importante y que indica el grado de pervivencia de la actividad. Del PIB vamos pasando poco a poco a la demografía. Un “país de jóvenes” tiene potencial y el mismo “país de viejos” tiene un problema, los PIBs tienden a diferenciarse ¿Eso lo indica el PIB?
Pensemos ahora en dos sociedades con el mismo PIB y con una población de uno que sea el doble de la del otro; obviamente el PIB por persona es la mitad la de uno que la del otro. El PIB enmascara. Aparentemente unos son más ricos que los otros. Pero ¿pueden comprar los mismos bienes? No estoy muy seguro. El PIB depende del nivel medio de los precios ¡Hay los misterios del valor de las monedas y de la política monetaria! Entonces… ¿Qué mide el PIB?
Algunos autores matizan el PIB: que si índice de Gini para medir la distribución del ingreso per cápita, que si estructura productiva (productores de materias primas y agricultura, productores industriales, etc.), que si productividad por trabajador, y muchas más. El PIB sin apellidos no mide nada o casi nada. Hay muchos que hablan como aquel loro que había aprendido a decir oferta y demanda y se sentía economista. Otros muchos esconden su “oferta y demanda” en palabros ininteligibles y extranjerismos esotéricos que esconden su ignorancia, pero casi nadie sabe qué mide el PIB.  El PIB desnudo no dice mucho, casi no enseña ni sus vergüenzas y, por supuesto, no muestra sus orgullos. El PIB es relativo y cambiante. El PIB comparado no es más que una borrosa foto en blanco y negro. El PIB es como la propia economía: una parte de un todo.
A la gente no le importa el PIB mucho más de lo que le importa una cotufa, la gente quiere saber si el año que viene le irá mejor, igual o peor. El PIB del año pasado le interesa lo mismo que el número de la lotería del año pasado, se interesa por el próximo y por ése apuesta parte de su pequeño PIB ¿Han visto a dos conocidos que se encuentran por la calle y se preguntan por su PIB? Como mucho se preguntan por sus respectivas  familias y trabajos, que eso si que es verdaderamente importante. Estas dos personas no se dan cuenta que están hablando de su PIB del año próximo. Siempre se ha dicho que campesino rico, país rico. El PIB comparado empieza a tener sentido.
Para que el campesino (ciudadano) del párrafo anterior esté tranquilo necesita saber que los mandamases dedican parte del PIB a la educación de sus hijos, a nuevas tecnologías para producir más y mejor (productividad), a facilitar el comercio y la movilidad (infraestructuras), a hacer más cómoda la vida (investigación), a cuidar la salud y accidentes (sanidad), a bienestar espiritual (cultura), a cuidar de los abuelos y “otros especiales” (bienestar social), a garantizar la tranquilidad y seguridad del campesino (Policía y Ejército). Así aunque el PIB desnudo no cuente mucho, la deconstrucción del PIB pone las bases de cómo es/será la vida de cada campesino-ciudadano hoy y mañana.
El PIB, mirado así, indica los medios  que se han puesto para la tranquilidad y las expectativas de futuro de los ciudadanos de una sociedad. Como mucho el PIB es muy útil para ver cómo crece el niño (el país o lo que sea), algo es algo. Como decía un amigo: a mí no me des dinero simplemente ponme donde haya. La felicidad es un estado de ánimo, el PIB sencillamente una ayuda. Por cierto: ¿Qué tal su PIB?
 ¡Hala, y que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 28 de mayo de 2017.



ALGUNOS COMENTARIOS ANTERIORES A ESTE:


#19, 30 de abril de 2017
Sobre el valor añadido y el origen de los productos, dicotomía: "de cerca" o "de lejos":
 “SU MIX DE VIDA
#18, 26 de marzo de 2017
Sobre la Unión Europea y la peligrosa coyuntura actual ¿Habrá Europa a fin de año?
 “LA UE ¿UN ESTADO FALLIDO?"
#17, 26 de febrero de 2017
Sobre la autarquía y el aislacionismo, peligros del "yo primero", ¿USA vs Trump?:


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