“EL EFECTO OTOÑO”

Un amigo me decía siempre que “no hay acción buena sin su penitencia”. En el comentario anterior, el del mes pasado, hablaba de que toda acción tiene sus efectos, buenos y malos o viceversa. En los últimos años hemos doblado una esquina en la evolución de nuestro sistema económico. Aunque todo parece parecido ya nada es igual y, por supuesto, que nunca volveremos a la fiesta anterior; sobre todo los países occidentales. Hay zonas del mundo que todavía pueden hablar de primavera y verano económicos. La democracia ya no garantiza el bienestar económico, las normas han dejado de garantizar la equidad y el apoyo al conocimiento. Hoy en día el conocimiento se copia y se roba, nos venden productos más baratos con nuestro conocimiento robado y/o copiado. La justicia mercantil es distinta según el país que la aplique, pero el mercado es global. El Mundo nunca ha sido justo pero pocas veces tan injusto como ahora. Antes Occidente exportaba conocimiento, calidad y democracia mientras importaba materias primas y “trabajo barato”, ahora compramos nuestro conocimiento sin calidad y nos hemos olvidado de la democracia igualatoria. Seguramente es comodidad de la cuarta o quinta generación acomodada. Hoy en día no se hubiera podido “liberar Europa del nazismo”, se hubiera alcanzado un status quo. El precio se ha impuesto a los principios y la civilización. Nuestra civilización ha devenido en otoñal.
En muchos casos hemos dejado la producción en manos poco expertas, hemos dejado la producción en manos de empresas de rápido enriquecimiento para la propiedad sin importarnos el desarrollo de los currantes. Los Estados no democráticos tapan la falta de libertades de sus ciudadanos con falsas libertades consumistas. Ellos están todavía en su primavera, no conocerán el verano pleno y hasta pueden que cambien su democracia inalcanzada por un nuevo, o viejo, imperialismo hegemónico. La economía es culpable de muchas cosas y puede ser culpable de todo. ¿Será la democracia una etapa en la historia? ¿Está naciendo el ciudadano hormiga allá en Oriente? La libertad no es una mercancía. Se caen las hojas de los árboles, hace frío, el otoño se acerca. La economía del bienestar exige árboles frondosos donde las hojas de la demografía, el imperio de la defensa del conocimiento y el diseño, la libertad y el premio al esfuerzo estén bien alimentadas de savia sana. Sana savia cuyo principal ingrediente se llama libertad. En aras de la libertad hemos dejado espacio a una importante quiebra de la democracia y economía. La toma de decisiones han dejado de ser de mercado (de expertos) para convertirse en el resultado de una asamblea libertaria permanente (la democracia exige normas, no ruido). Me resulta patético ver a un político, aunque se local, pedir a los empresarios que suban los sueldos, -No señor- su papel es crear el ambiente y la legislación pertinentes para que eso ocurra y además tiene los impuestos si es capaz de gestionarlos adecuadamente. Occidente se ha metido en una espiral de oportunismo político que le hace cada día más débil económicamente hablando. Son los vientos del otoño.
No sé qué pecado veraniego estamos pagando, lo atisbo. Acomodamiento y consumo, egoísmo. La importancia de lo mío frente a bienestar global. El reino ha dejado de ser rico porque sus campesinos se comen sus cosechas, el reino proveerá si no llegan. Pero es peor, el campesino ha dejado de tener hijos porque comen mucho y dan preocupaciones, el reino se empobrecerá, faltarán manos. El reino, antes triunfante, se desangra por falta de campesinos. El bienestar veraniego se transforma en otoñal hambruna, si no ahora en pocos años será. Ya sé que los imperios (las sociedades) tienen primavera, verano, otoño e invierno. También se que no se puede ganar siempre la liga y la champions. Pero es una verdad como la copa de un árbol que se puede conseguir, con estrategia y mucho trabajo, estar siempre en los puestos de cabeza. Abandonar los principios fundamentales se paga. Hay algo más que economía para que siga existiendo la economía. Usen la cabeza para algo más que llevar el sombrero. 
Lo llamamos crisis pero es el primer temporal del otoño. En la cabeza debe haber pensamiento, conocimiento y principios para que el sombrero tenga algo que proteger.  Protéjanse del viento de Otoño.
¡Hala que les vaya bien! ¡FELICES FIESTAS!Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 26 de noviembre del otoño de 2017.



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"EFECTOS"


Hace un par de  años escribí, en una de estas reflexiones mensuales en la que meditaba sobre la Teoría Económica, y llegué a la conclusión, tal vez atrevida, de que estaba obsoleta. Hace unos meses me planteaba para qué sirve el PIB. Estos “escribidores de economía” que tenemos y que se empeñan en llenar hojas de periódicos repitiendo mantras obsoletos nos están liando el coco a los que no sabemos mucho de estas cosas ¿Se acuerdan de “la kk de los nóbeles”, cuando me quejaba que hacían preguntas de fuera de su especialidad a respetables profesores premiados? Yo opino que la cosa sigue igual: ni la teoría ni la comunicación están poniendo el dedo en la llaga.
Nos hemos olvidado de que el mundo ahora es casi plano, que la globalidad ha cambiado los límites del terreno de juego. Que lo que antes se podía definir como casi infinito, ahora es perfectamente finito, que la teoría de los crecimientos marginales decrecientes actúa mucho antes. Que ahora el Mundo parece plano pero que no es homogéneo y por lo tanto los problemas se complican. El “céteris páribus” es una simplificación absurda, hoy tenemos herramientas que la hacen innecesaria. Se están produciendo nuevas relaciones en la estructura de las naciones que llevan a comportamientos no secuenciales de los parámetros económicos: la llamada economía colaborativa distorsiona el PIB, el efecto “renta mínima” y la devaluación interna modifican la tasa de actividad de las sociedades desarrolladas ¿Las antiguas?, el efecto Amazon permite comprar mas barato y, a cambio, destruye empleo local, La “devaluación interna” producida por las políticas de austeridad no solo disminuye el PIB sino que está poniendo en peligro la pervivencia de la economía del bienestar, podría seguir. Todo ha cambiado y produce sus efectos, malos y buenos.  Los precios unitarios de los productos disminuyen fruto de la “devaluación interna” en sueldos y salarios, el PIB monetario disminuye, no cuadran las series de datos. ¿Estagflación? No, un fenómeno nuevo provocado por el IPC estancado y la “nueva productividad” basada en bajar salarios. Para salvar “occidente” se han tenido que bajar los salarios de manera encubierta, es lo que pretendía en el fondo la política de austeridad aplicada; aumentar la productividad bajando salarios. Para salvar del bloqueo a las economías por falta de liquidez, los bancos centrales pusieron en marcha las “facilidades financieras” a la banca. Ahora veremos cuando se acaben cómo reaccionan las economías, la financiera y la real. Como ven estamos viviendo el efecto del efecto del efecto. Todo está encadenado y casi nada es casual. Se está recomponiendo el orden mundial, un nuevo equilibrio se acabará produciendo, se ve y se sienten los efectos del terremoto geopolítico en curso, todo está cambiando. Son los efectos.
Ahora cuando parece que las políticas de austeridad remiten porque han salvado la economía europea, nos encontramos con otra UE políticamente inestable, sin rumbo y más pequeña en comparación con el Mundo. Hemos sobrevivido pero no hemos ganado. El estado del bienestar ha sobrevivido malamente. Por lo menos nos queda la posibilidad de remendar la unión y buscar  nuevos caminos. Recuerden que “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”. Efectos negativos pero efectos al fin y al cabo. Bueno es saberlo.
El “efecto oro”. Sube el oro. Hay oro industrial en retroceso por nuevos materiales y tierras raras para la producción electrónica. Hay oro religioso muy usado en oriente, China, India, Tailandia y otros de la zona ofrecen laminitas de oro junto a las oraciones en los templos. Hay oro joyas que no parece variar en su demanda. El precio sigue subiendo más que proporcionalmente a las demandas comentadas. ¿Quién está comprando oro? ¿Vuelve Bretton-woods? En el terremoto geopolítico parece que alguien está buscando una cierta convertibilidad oro de su moneda, es la lucha por derrocar al dólar como única moneda de referencia. Todo cambia y tiene sus efectos. La ruta de la seda revive. Capitalismo y democracia se empiezan a divorciar y eso tiene sus efectos. Toda ha cambiado en diez años.
Veamos y conozcamos los efectos de lo que está ocurriendo, unos serán reconducibles y otros no. No caigamos en el ombliguismo de estirar los conceptos de nuestra convivencia hasta autodestruirnos, lo advirtió Isócrates en el 350 AC.  Todo cambia y todo tiene sus efectos, hasta el vuelo de una mariposa los tiene.

¡Hala que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de
En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 29 de octubre de 2017.

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