¿NEARDENTHAL O CROMAGNON?

En mis últimas reflexiones, posiblemente inconscientemente, he ido analizando distintas nuevas facetas de la vida económica. En una de ellas intuía claramente que una nueva etapa en las relaciones económicas se ponía en marcha (lo conté en mi reflexión Capitalismo 3.0). Algo está pasando y algo nos perturba. Las cosas ya no son como siempre, nos sentimos inseguros y desasosegados. La zona de confort se difumina, se encoje. El nuevo mundo multipolar está en marcha, y los periódicos están llenos de agoreros sacados de aquel cuento de “¡Que viene el lobo!”. Ahora, en la prensa económica lo que vienen son los cisnes negros y el mercado se asusta. Si el mercado lo puede descontar no es un cisne. No se dejen engañar, por definición un cisne negro no avisa llega a traición. Ante esta incertidumbre la reacción del torpe es acorazarse y construir a su alrededor una burbuja (proteccionismo económico), ¡error! Cerrar fronteras conduce a sentirse invadido cuando no a ser invadido (preludio de tambores de guerra) Lo que tenemos claro es que algo está cambiando, no lo entendemos del todo pero sabemos que algo cambia. La vida, las expectativas y la economía son distintas.
 Siempre me llamó la atención aquellos análisis de las relaciones y los modos de producción. De como son las relaciones entre los individuos y como se organiza la sociedad para conseguir bienes ¿Recuerdan?: Modo de producción tribal, modo de producción asiático, la ciudad antigua, la sociedad feudal y la sociedad capitalista con sus tres escalones: el capitalismo comercial, el capitalismo industrial y el capitalismo financiero y colonial. Pienso que hay una parte del capitalismo que ha sufrido una crisis sistémica. Los Neardenthales conviven con los Cromagnon. Posiblemente el capitalismo financiero y colonial ha mutado, ahora es financiero, multipolar y “plano”, todos se relacionan con todos, todos, o casi todos, compiten por el poder. El Mundo se ha convertido en variable y las relaciones son más líquidas. Nacen nuevas posibles soluciones y teorías. La mayoría quieren volver a la comodidad anterior que nunca volverá. Las utópicas soluciones “antiguas” de algunos ya no valen, eso es igualar por abajo. El inmovilismo proteccionista y el retorno al status quo anterior, también es como  firmar una condena de muerte por inanición. La mujer de Lot se cristalizó por mirar atrás. El nuevo modelo (modo) está naciendo, habrá, como en todo, ganadores y vencidos.
 Aparecen paulatinamente nuevas relaciones de producción, nuevas relaciones de producción que en algunos casos son globales y en ellas prima la cantidad, la rapidez y, sobre todo, el precio. En otros casos esas relaciones son locales, de proximidad, en ellas lo importante es la calidad y la tradición, el precio importa menos. Se vuelve a repetir la historia de los años cincuenta,  cuando el pollo era para los domingos, cuando todos pudieron comer pollo dejó de ser un producto de lujo. Ahora aparece el “pollo de corral” criado libre como nuevo consumo especial y más caro. Antes solo los ricos tenían coche, luego todos lo tuvieron y ahora no hace falta ser propietario para poder usarlo como transporte. Pasa algo parecido con los apartamentos turísticos. Lo más importante es que ni el que te consigue el coche o el apartamento son propietarios de ellos. Hacienda los persigue cuando lo que realmente ha ocurrido es que las relaciones de producción han cambiado y la legislación, cuando no la mentalidad, permanece incólume. La nueva realidad se convierte en marabunta intelectual. Elijan ustedes: ¿Neardenthales o Cromagnones?
Si se sienten “desinquietos” no se preocupen, es normal. Si sienten que nada es igual y que todo ha cambiado es que todavía les queda sensibilidad, es verdad, está apareciendo un “nuevo modo de producción”, unas nuevas relaciones económicas, fruto de la era tecnológica que nos ha tocado vivir. Todo cambia, estamos en “época de mudanza”, su zona de confort se licúa, muévase, dese cuenta que todo ha cambiado, que la “nueva normalidad” se ha instalado ya  y  de usted depende elegir cual va a  ser su nuevo papel en el “nuevo modo” de convivir: ¿Neardenthal o Cromagnon? Ganar o perder, esa es la cuestión.
¡Hala, que les vaya bien! ¡¡Feliz año!! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a viernes, 30 de diciembre de 2016.

"TREINTA AÑOS"


Treinta años no son nada, treinta años es una generación. La demografía si importa. Hay muchos que opinan que la reciente época del esplendor pre crisis que vivimos se debe al boom de nacimientos de los sesenta. Hay algunos que opinan que esta “nueva normalidad” post crisis se debe a la jubilación de esos niños nacidos en los sesenta. Todo pudiera ser. Las poblaciones del mundo desarrollado se encogen rápidamente, luego hay menos mano de obra para trabajar y, principalmente, para mantener a los jubilados. La estructura de la economía cambia y el PIB tiende a mantenerse, y los tipos de interés también, y también el bajo crecimiento, es un problema de agregación y puede haber unidades aun que no sientan las consecuencias. La Europa del bienestar está al borde de un estancamiento perenne. Si esto lo salpimentamos con un estancamiento en la productividad y la sustitución de mano de obra por la automatización robótica el problema se agrava. Si bajamos los salarios, nadie ahorra y nadie invierte. En Europa tenemos un problema. La demografía también es economía.
Algunas sociedades, países, se han dado cuenta de ello y están primando la natalidad. Treinta años se necesitan para ver los efectos, toda una generación. Los mismos treinta años que se necesitan para ver los efectos de la política educativa y formativa. Son muchos años para una histéresis económica, “céteris páribus”. Treinta años o, como algunos entienden, en la inmigración selectiva y controlada está una parte de la solución. Recuerden que en este país la avalancha migratoria durante el boom económico fue la que nos permitió tener una hucha de las pensiones.
En el seno de la sociedad hay grupos que pretenden repetir al pasado. La clase política que nos ha tocado se pierde en frases políticamente correctas y que en el fondo no significan nada, lo seguiremos pagando. Faltan cabezas pensantes que dirijan el necesario debate, faltan filósofos y sabios que marquen los caminos.  Nos faltan nuevos cimientos y pilares intelectuales y colectivos. Ese es el pesimismo del que algunos me acusan. Me dan miedo esos que quieren reducir los problemas a pequeños reductos locales o nacionales, en este nuevo mundo multipolar eso es condenarse al fracaso, o Europa es Europa o se convierte en una nueva polinesia de pequeños países aislados entre sí. Estos nuevos líderes localistas son tan peligrosos como el fácil populismo peronista-bolivariano. Necesitamos otras soluciones, quizás menos mágicas y mucho más realistas. Hay que reconocer el problema para poner en marcha las soluciones y no valen ni la demagogia ni las generalidades genéricas a las que nos tienen acostumbrados. Hay que ponerse a pensar y huir del calendario político electoral que nos lleva a parches y no a soluciones.
En este mundo cambiante que estamos viviendo empiezan a aparecer soluciones que nos van a permitir disponer de una tecnología a la altura de una nueva revolución en la que no solo la información, sino cualquier cosa de valor se puede manejar de forma segura y privada, eliminando parte de las funciones innecesarias que hoy realizan intermediarios poderosos como gobiernos y bancos. Hay que explorar esos caminos y otros muchos. Esa tecnología ya existe.  Tenemos que redefinir el papel de los Estados y su burocracia, yo diría que disminuirlo. Hay que transitar de la auctóritas” a la “potestas”. Hay que sustituir el “Estado suministrador” por el “Estado garantizador”. Aunque lleve treinta años, que Dios no lo quiera.

Un ejemplo: Tuve que acudir a la consulta de la Seguridad Social para un pequeño problema ocular de la vista. El médico de cabecera me lo marcó como urgente, cláusula de estilo habitual. Acudí a la mesa del funcionario de turno y me dio la primera consulta con el oftalmólogo para el 29 de noviembre, muy bien me dije, hasta que me di cuenta que  es para el del año que viene. El miedo de la clase política y funcionarial a lo privado triunfa. Tiene que existir otro camino. Yo lo sé y a muchos no les va gustar: El Estado está para garantizarme la sanidad no para burocratizar la oftalmología. A este paso me operarán de cataratas, si fuera necesario, in artículo mortis dentro de treinta años.
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 27 de noviembre de 2016.

"NUNCA JAMÁS"


Como los niños perdidos de “Nunca Jamás”, así estamos, perdidos entre la utopía y la distopía. No nos gusta lo que estamos viviendo, el mañana no sabremos cómo será. Añoramos los años locos y felices, muchos los vivimos pero nada volverá a ser ni igual ni parecido. Hace un par de meses intenté explicarles como un nuevo capitalismo se ha instalado entre nosotros al socaire de la crisis pasada. ¡No se dan cuenta de que nada volverá a ser igual! Aquellos gastos locos se han convertido en estos nuevos lodos. No podemos resetear el sistema. El tiempo pasado es “Nunca Jamás”.
El nuevo capitalismo 3.0 se va instalando de manera irreversible. Ya no hay potencias hegemónicas, han nacido los mandamases que ahora se reúnen y gobiernan el mundo desde los gérmenes de nuevas organizaciones como el G20. La gobernanza global de este mundo global ha dejado de estar en manos de Naciones Unidas bajo el arrope de los “socios con capacidad de veto”, viejas naciones que ganaron una guerra pasada; su mundo se diluye, los viejos organismos controlados de control se transformas para dar cabida a nuevas “super naciones” y “agrupaciones económicas regionales”, un poder mas compartido y un nuevo equilibrio multipolar. El modelo está en ajuste: El eje trasatlántico se debilita, la UE se debilita, el poder ha dejado de ser absoluto. Y mientras tanto la ciudadanía pensando en volver a la utopía del “Nunca Jamás”.
Las ONU se va convirtiendo en el brazo armado del G20, su papel ha pasado a meramente “justificativo y legitimador” de la solapada batalla de la reorganización mundial del poder y sus ámbitos de influencia. Unos se muestran políticamente agresivos y otros simplemente a la defensiva, vean como tales la política China, el repliegue americano sobre sí mismos, los viejos países empiezan a ser referencias históricas y culturales. Algunos solo quedan como referencias al estilo de La Cueva del Hombre Muerto, la Cala del Cocodrilo, la Roca de los Abandonados que sirven fundamentalmente como referencias. El País de las Hadas se convierte en utopía y todo lo demás en la Jungla y Bosque Tiki. Solamente sobreviven las Islas de los Piratas donde el mundo financiero esconde sus tesoros y su fábrica de derivados fiduciarios. ¿Todavía piensan en “Nunca Jamás”?
El mundo financiero se ha impuesto al mundo real. El mundo financiero se adueña del mundo al margen del control político. Los algoritmos de medición del riesgo y un marketing apropiado han acabado con el patrón oro y con el patrón dólar, los Bancos Centrales ya no manejan las masas monetarias ni la emisión de moneda. Las finanzas mandan y empobrecen, nadie los vigila. Hay que crear una nueva moneda de referencia, parece que el G20 está empezando a rediseñar los Derechos Especiales de Giro, los conocidos y antiguos DEG. Se están ampliando tanto el consejo del FMI para dar cabida a nuevos poderes mundiales como la cesta de monedas que conforman los DEG. La salida al mundo de la China y su moneda abren esa posibilidad. El G20 se va convirtiendo en la quimérica esperanza de estos  Peter Panes de la economía real que todavía sueñan que “Nunca Jamás” volverá y no se dan cuenta que ahora son menos ricos, que sus hijos vivirán peor que ellos y que cada vez se parecen mas al pequeño indio que trabajaba para la Peruvian Company Ltd de Vargas Llosa. Hay que domeñar al mundo financiero, hay que dejarlo reducido al papel que sea útil y necesario, no más.
Un nuevo mundo se va conformando, los indignados ciudadanos piensan que ellos solos lo pueden reconducir, pero no, hacen falta cabezas pensantes y gobernantes sabios que no se pierdan en los vericuetos de sus poltronas y cuotas de poder. Se ha demostrado que las bases se equivocan eligiendo líderes y que gobernar por referéndum no conduce a ningún sitio. Ejemplos hay y muy recientes. Hay que releer en profundidad el Contrato Social y dejarse de simplificaciones demagógicas.
Los recuerdos nos engañan. Los financieros de hoy viven en la Isla de los Piratas. ¡Cuidado! “Nunca Jamás” es un país que no existe, es una utopía que nos hace sentir inmersos en una distopía. Nunca volveremos al País de “Nunca Jamás”. Nunca, nunca lo olviden. Tomen el sacho y pónganse a pensar. Nos vemos en...  “Nunca Jamás”.
            ¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de
El Magóez  (http://magoez.blogspot.com/

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 30 de octubre de 2016..






"MARTIRIZAR ABUELOS"


La “liga secreta del periodismo”, como los llamaba Pérez Galdós en el siglo XIX, se ha empeñado en martirizar a los pensionistas, a los abuelos de toda la vida.


Soy un abuelo, en su día, cuando empecé a trabajar, me obligaron a adherirme a un contrato para garantizar “mi pensión”. Pensión contributiva, no lo olviden. Yo les daba parte de mis ingresos directamente retenidos y otra enmascarada como coste empresarial. Al calcular mi pensión me di cuenta que el valor actual de lo aportado, corregido el índice de precios y sin intereses, supera los 500.000 euros. Me da pereza, porque estoy jubilado, calcular a cuánto ascendería una “participación en beneficios” equivalente a interés del dinero menos la inflación anual correspondiente. Esa es la mochila de ahorro con la que me jubilé. Ahora me la deben y me la tienen que pagar mensualmente. Recuerden que el principal “ahorrado” sigue generando beneficios para corregir el índice de precios actual. Recuerden que lo tendrán ustedes pero es mío porque lo he pagado. Me pueden modular las entregas mensuales como ya lo han hecho, también los abuelos aportamos para salir de la crisis, no íbamos a ser menos. Pero no se olviden que están jugando con el dinero que les di para que me lo guardaran diligentemente.
Ahora resulta que la “liga de la prensa histérica” se ha empeñado en hablar de la sostenibilidad en el tiempo de las pensiones. No sé si motu proprio o mediante el encargo retribuido de alguna “agrupación bancaria, de seguros y de reaseguros”. Tanto da. El caso es que nos están asustando a los viejecitos de este país con recortes mensuales, e incluso, el final del sistema. Con esto de los tipos cero y negativos su negocio no es rentable. Algo se han de inventar para captar los ahorros de los que trabajan. Si amenazas a los actuales beneficiarios, los pensionistas contributivos, y extiendes el rumor de que esto se acaba, pues eso, así vendes más fácil el pescado. Tengan en cuenta que entre las excursiones con bocadillos de chorizo y bailes desenfrenados se están cargando al quintil de mayor edad. Si además les atacan a su renqueante corazón con uno o dos sustos semanales se quedarán sin ayuda gratis para los nietos. Esto es un negocio pensado por los “cerebros calientes” de siempre y que han lanzado como carroña a ese montón de tontos útiles con pluma y micro que pululan en busca de pequeña fama coyuntural que exprimir.
Que los currantes ahorren para su vejez siempre está bien. Ya lo decían mis mayores, los antepasados de los actuales presuntos ahorradores. No está el tiempo para esas previsiones, más bien, para intentar salir con una buena “lotería” del agujero perenne, de sueldos bajos y alto consumo,  en que los hemos sumergido. De ahí el interés de la banca, los seguros y los reaseguros en publicitar una futura arcadia feliz a los partícipes de sus planes. Mucha publicidad pero todo acaba en el mísero “mínimo garantizado” que suele estar con letritas en la publicidad y perdido en cláusulas ininteligibles contractuales.
Cuando de joven estudiaba, me decían, que uno de los papeles importantes de un Estado era redistribuir la riqueza. Riqueza que obtenía del cobro de los impuestos. En este sistema cerrado que nos “hemos dado”, y al que todos nos han adherido, los números se encogen. Lo recaudado apenas da para lo que hay que pagar a los derechohabientes, el sistema se restringe. Lo del consumo del Fondo de Reserva de la SS forma parte del “acongojo” publicitario y del “merdé” político, estaba para eso: crecer con las buenas cosecha y ser consumido con las vacas flacas. ¿Es que acaso ese fondo solo está reservado para cuando tú te jubiles? Volviendo al principio, que los pensionistas tendemos a divagar, si el papel del Estado es redistribuir la riqueza… ¿por qué excluye a los pensionistas contributivos? Ya está bien que nos meta la mano en nuestra “bolsa común” para hacer su política. ¡Señores del Gobierno, de este y futuros, los incentivos a su política de empleo sáquensela de los impuestos, que también son míos, y no de bolso de los viejecitos! Así matan la gallinita y le hacen el caldo gordo a los bancos, seguros y reaseguros.
No me martiricen con sus cuentos, los pensionistas tenemos corazón.
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 25 de septiembre de 2016.

COROLARIO: Portada de "5Días" de 19-nov-2016

COROLARIO 2: De elPais.com de 22-nov.2016



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“UN NUEVO MODELO: CAPITALISMO 3.0”


Este mes me tocaba comentarles sobre la macroeconomía y la microeconomía. Recuerde que usted y yo somos microeconomía. Pensaba profundizar en que además de la micro y la macro existe una nata que lo recubre todo y que se llama “mundo financiero”, ese mundo en el que unos cuantos, muy pocos, y bastantes otros asalariados administradores de nuestras pensiones y ahorros juegan su propio Monopoly cuyos resultados nos afectan permanentemente. Pero ha surgido otro “cisne negro” para los micro-ciudadanos de a pie, e incluso, para los ciudadanos de la macro. Dicho queda. El Mundo ha cambiado, la geopolítica ha cambiado y probablemente estamos viviendo una nueva vuelta de tuerca del desarrollo del capitalismo. No sé si es bueno o malo, pero es. El imperio no se acaba se transforma. El pez grande se come al chico, la macro y la micro ¿Lo cogen? Cada vez somos más micros. Las finanzas y su mundo están cada vez más arriba, más lejanos de la macro y de la micro, de los ciudadanos y los Gobiernos. Ahora los han cogido por ahí al transformar deuda bancaria en soberana (es un decir). Los dueños del “gran juego de El Palé” dejaran caer migajas de crecimiento hacia la economía real, mientras tanto seguirán con su juego de compro, vendo, derivo y subordino.  Hemos perdido el control, un nuevo paraíso está naciendo, y para que sea paraíso es imprescindible que solo entren los elegidos.
En este nuevo mundo multipolar y no “occidental” poco importan los países y las mega-estructuras, son cosas de humanos. Lo que le interesa al gran poder es mantener el gallinero suficientemente tranquilo y suficientemente revuelto para que demande financiación. Nueva financiación que permita la creación de nuevas fiducias con las que “jugar”. Ya está ocurriendo. Los papeles de Panamá y el Brexit son meros naipes en la gran partida por el dinero del Mundo. Se están configurando los nuevos imperios financieros, los nuevos dioses. El nuevo imperio británico quiere ser financiero, ha transformado el viejo imperio colonial en multitud de pequeños paraísos fiscales que orbitan alrededor de la “city”. ¿Por qué casi no hay ciudadanos Usa en los papeles de Panamá? Porque “Wall Street” ya ha creado su propia red de paraísos dentro y fuera del país. Panamá no ha sido sino una ventanilla de ingresos de difícil justificación. Estamos entrando en la tercera fase del capitalismo donde los “países estado” tienen un papel secundario, solo el suficiente para entretener a las masas, y donde la democracia no juega papel sino en determinadas culturas. Las autocracias, individuales y colectivas, los socios Bilderberg y otros similares se convierten en los verdadero dueños del verdadero poder. El Brexit es la segunda jugada en la partida del nuevo capitalismo.
El Mundo es plano para determinados grupos de gentes. La libre circulación de capitales tiene dos versiones: la macro, la suya y mía, y la financiera, la de unos pocos miembros del Club. Lo de la libre circulación de las personas ya hemos visto como está acabando, con el mayor número de desplazados sin destino de la historia.
La crisis financiera global que hemos vivido sí ha sido sistémica, ha servido para destruir determinadas estructuras de la versión anterior del sistema. Va a permitir la implementación de las nuevas estructuras del Capitalismo 3.0. Un capitalismo que ni usted ni yo entendemos aún. Una nueva distribución del Gran Poder del que apenas nos llegará alguna migaja, no somos nadie. Algunos ciudadanos notan que algo está cambiando, de ahí el desasosiego que se palpa en la sociedad. Casi todos buscan soluciones en el pasado y se indignan y se marginan. La vuelta a antiguas soluciones como el neonacionalismo y  el neopopulismo acabarán en guerra y destrucción, respectivamente. La UE revive el imperio austro-húngaro, en Oriente Medio los chiís y los sunís buscan un nuevo imperio Otomano, ¿se dan cuenta que estamos volviendo a los albores de la Guerra del 14?
El nuevo capitalismo está naciendo. El humanismo del siglo XXI hay que crearlo ex-novo, ya no vale volver a la Comuna de 1854, en algún rincón del alma estarán sus raíces. Ha llegado el tiempo de desalienarse y de pensar. Vale la pena ponerse a buscar, no lo duden, busquen en la libertad.
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de


En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 31 de julio de 2016.

“YO FUI CLASE MEDIA”

A los pricipios del año dos mil tuve la oportunidad de visitar, fundamentalmente debido a mis ocupaciones de entonces, bastantes países de Sudamérica. Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela (pre y post chavismo bolivariano), México, Colombia… era un momento en que España iba como una moto y el subcontinente despertaba y dejó de arrodillarse ante el gran primo del Norte. En todos los sitios la misma pregunta: “¿Cómo se consigue una clase media?” Yo les explicaba a mis interlocutores siempre lo mismo. Les contaba de cómo los Planes de Desarrollo primero rompieron una economía fundamentalmente agrícola y extractiva, y de cómo después la libertad democrática trajo autoestima y estabilidad, y de cómo la libertad abrió una perspectiva de un futuro mejor. De cómo todos sentíamos que el año próximo sería mejor en lo individual. De cómo descubrimos que por eso valía la pena estudiar, formarse y trabajar. De cómo un país con sus riquezas naturales debía industrializarse y generar valor, de cómo dejar de ser “indios de la gleba”.
El otro día un chico de unos veintitantos años me preguntó:
─ ¿Qué era eso de la clase media? ¿Queda algo de ella?
─ Yo fui clase media ─ le contesté mientras se me ponían los pelos de los brazos de punta ─. Yo fui clase media,… Yo tenía una carrera, un máster, un buen sueldo que me permitía llegar holgadamente a final de mes, y que me permitía ahorrar, que podía pagarme un buen coche, un viaje o dos al semestre, que usaba desodorantes de 80 euros, mis hijos estudiaban en buenos colegios y podían aprender idiomas en “lugares nativos”. Tenía un trabajo fijo y bien pagado. Hasta pude comprarme una segunda residencia para las vacaciones familiares. Probaba buena comida en buenos, o muy buenos, restaurantes. Fui socio de un par de clubs sociales de prestigio. Pero llegó la crisis.
─ Ahora ─ continué ─, mis hijos, universitarios y con dos o tres idiomas, no llegan a fin de mes, no pueden ahorrar, no saben cuánto les durará el trabajo, son carne de lowcost y de menú del día a siete euros, comen productos de “marca blanca”, su coche es un utilitario de segunda mano, no viajan, y no pueden complementar su futura y pírrica pensión. Se han convertido en eterna mano de obra barata, salvo milagro. ¡Están indignados con el mundo! Sabe que con toda probabilidad el año que viene será, con suerte, igual, no mejor. Ese es el problema.
GRÁFICO DEL ELEFANTE
VARIACIÓN INGRESOS POR RENTA (Capturado de elEconomista.es)
La crisis ha expulsado, según estadís- ticas, a tres millones de conciudadanos de la clase media en España.. No es un reparto equitativo, a menor edad mayor coeficiente de pérdida de clase social. Ese es la tendencia que nos marca el futuro. Justo lo contrario de la situación pre crisis. Las clases medias están condenadas, pienso que el país también. La crisis y toda la clase política empeñadas en la macroeconomía se ha olvidado del “core capital” del desarrollo: la clase media. Esa clase social en la que la mayoría de sus ingresos provienen del mercado y su saldo fiscal es cero o negativo (a nivel individual y familiar financian el presupuesto). En un hipotético gráfico de niveles de ingresos familiares se observará como los ingresos de las clases bajas (primer cuartil) se componen fundamentalmente de ingresos no monetarios procedentes de las políticas públicas (sanidad, educación, ayudas, paro,…) y llegan en algún grupo al 70% de los ingresos. Es la estatalización de la sociedad lo peor que ha traído la crisis. Nos igualan por abajo, nos hace personalmente menos competitivos, ese es el peligro de la obsesión macroeconómica. El tamaño del Estado sí importa, y mucho.
─ ¿Pero queda clase media? ─ me volvió a preguntar el chico en el bar.
─ Sí, algo queda ─ le respondí con pena ─ Algunos, personas de más de cincuenta años, restos de lo anterior, que irán jubilándose paulativamente ¿Las últimas pensiones?, tal vez. Como clase media en sentido estricto solo quedan bastantes funcionarios, que han tenido la suerte de que no se les recortaran sus ingresos, solo los han prestado y ya se los han devuelto con los primeros brotes verdes.
Yo fui clase media y la política y la macroeconomía me han convertido en uno de los "últimos de Baler", sin heroísmo con resignación de jubilado. Lo siento por la generación de mis hijos. Pena me dan.
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 26 de junio de 2016.




“EL MITO DEL DÉFICIT”

La economía de las naciones debe de ser como la economía de una honrada familia, dicen los políticos. No se puede gastar más de lo que se ingresa, dice la calle. Los intereses negativos, o cero, ahuyentan a los inversores, ¡Que le pregunten a Japón! La liturgia del lenguaje y la comunicación de los políticos formados en dos tardes, o menos, confunden al pueblo. La ciencia económica no es perfecta pero algo sabe de economía.
El mito del ahorro público, déficit controlado o cero, es una imposición absolutamente “merkeliana”, es  lo que le interesaba a su país y una forma de dominio y control de una Unión en fase de constitución. El tamaño del Estado es lo importante y esa es una decisión política de los ciudadanos. El bienestar es, por tanto, una decisión ciudadana. Una decisión estratégica y colectiva que conforma unas relaciones económicas y una forma de construir la convivencia. No es solo la economía. La pregunta, es entonces, ¿Qué tamaño de estado podemos permitirnos? ¿De qué herramientas disponemos?
 La gran herramienta que disponemos se llama crecimiento. ¿Mantequilla o cañones? Es la pregunta retórica que se hicieron algunos economistas. Veamos las consecuencias: La URSS eligió cañones y sufrió las consecuecias, el pueblo pasó hambre, eso sí, equitativamente distribuida. Los USA eligieron mantequilla (consumo) y ciencia, crecieron tanto que tienen el más potente y eficaz ejército. Europa cambió parte de la mantequilla por economía del bienestar y le creció el tamaño del Estado. Tres decisiones tres formas de economía. Podríamos matizar la cuestión con el cruce por el grado libertad de los ciudadanos adscritos a cada país. Otra decisión, otra forma de gobernar.

En nuestras pequeñas economías privadas la deuda desmesurada transforma el apalancamiento financiero en empalamiento en cuanto falle algo. En las economías de los Estados la deuda se gestiona de otra manera. Hay Banco Central que maneja los tipos y que imprime dinero. La Eurozona está en transición. Se prohibe, o lo intentan, acabar con el déficit público. ¿Por qué? ¿Quién ha dicho que el límite del déficit está en el 90% del PIB? (Por cierto, no sean políticos, y confundan el PIB con la riqueza de un país, El PIB es un flujo y la riqueza es un stock) El déficit se transforma, así, en una herramienta más para conseguir el crecimiento. Claro que su uso comporta una serie de limitaciones e interactuaciones en otras posibles medidas. En economía pública nada es inocuo, todo se relaciona. El “céteris páribus” es una ilusión de primero de carrera. Que quede claro que el déficit no es malo per se, es como el vino que depende del volumen consumido y de sus efectos en cada uno.
El déficit genera capacidad de gasto. Bueno y malo. ¿Malo? Cuando esa mayor capacidad de gasto se ocupa en “meras liberalidades” se puede llegar a producir un crecimiento menor que el tipo de interés de la deuda, todo depende de las decisiones económicas del vendedor de liberalidades. Es aquí cuando entran en funcionamiento la productividad, la eficacia y la eficiencia, son ellas las culpables no el déficit. Apalancarse sin empalarse es la cuestión, otra vez el crecimiento. Aparecen la inflación y sus hijas predilectas: las burbujas. Vender, vender y vender sin preocuparse de quien lo comprará, sin saber que lo podrán pagar. El cuento de la lechera se convierte en realidad. Sin crecimiento no se puede pagar. Los equilibrios son importantes, los Gobiernos también.
Generalmente el ahorro no precede a la inversión, así es el mundo moderno. Por eso inventamos los bancos y los mercados financieros: Para que nos financien. La perversión es cuando se prestan dineros entre ellos y no financian crecimiento, por eso hablaba el mes pasado de una bomba de 200 megatones. En la vida real se gana y se pierde, en la aristocracia financiera solo se gana, algo está desequilibrado, es otro artículo futuro. El déficit se debe convertir en tangibles. En el límite del estado del bienestar el déficit llega a generar okupas del presupuesto, eso es ética no economía, algunos lo llamarán keynesianismo.
Lo del déficit, como ven, es un mito, es una herramienta. Lo importante es el tamaño del Estado y esa es una decisión meramente política.
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 29 de mayo de 2016.

PS): En junio del 2013 escribí otra reflexión sobre la clase media:
"A VUELTAS CON LA CLASE MEDIA" (volver a leer)

“UNA BOMBA DE 200 MEGATONES”

Al final de la guerra fría, cuando el mundo se ponía al borde de la destrucción mutua nuclear, el Reloj del Apocalipsis –o del Fin del mundo- se puso a tres minutos de la hora cero. Posteriormente llegó a ponerse a más de un cuarto de hora del apocalipsis. De acuerdo, mide el riesgo de la destrucción nuclear, y ahora incluye el cambio climático y el tecnológico, también debería incluir el coste del desmantelamiento de las centrales nucleares llegadas al fin de su vida útil. Para evitar riesgos hay que prever ese gasto de mantenimiento de instalaciones improductivas. El caso es que en su última actualización de ese terrorífico reloj se ha vuelto a situar a tres minutos de la medianoche.

Hay una bomba debajo de nuestros pies, una bomba de 200 megatones. Recuerden que las bombas de Hiroshima y Nagasaki eran de unos quince kilotones cada una. Un megatón son mil kilotones. Los doscientos megatones son de deuda acumulada mundial, el Mundo se debe a sí mismo 200 billones de dólares. Un billón es lo mismo que mil millones de millones. Números inasumibles para la mente humana normal. Un paso en falso y nos autodestruimos. La deuda, por definición, debe generar crecimiento y desarrollo. ¿Qué pasa si el mundo se para? ¿Qué pasaría si el crecimiento global del PIB es inferior al tipo de interés medio pagado? Teniendo en cuenta que el PIB mundial es de aproximadamente ochenta billones al año, y si dedicamos un diez por ciento del mismo a servicio de la deuda, resulta que hemos anticipado consumo por más de treinta años. Vamos que la generación digital, la Generación Z como la llaman ahora, se jubila y todavía sigue pagando las deudas de sus abuelos. Y aquí no vale recibir la herencia a beneficio de inventario. Todo va a depender del efecto apalancamiento de donde se ha invertido la deuda - el crédito-. Y me temo que el mundo financiero se ha separado enormemente del mundo real.
Desde el inicio de la crisis en 2007 la deuda financiera mundial se ha elevado en casi un cincuenta por ciento. El PIB mundial no se ha elevado en esa cantidad y encima se ha ralentizado. Algo ha pasado que no cuadra. Esta inmensa deuda está dañando el crecimiento. Durante la crisis se ha pretendido salvar el crecimiento y el sistema traspasando deuda financiera privada a pública. Una parte de la misma está ahora en manos de los bancos centrales por mor de las facilidades financieras otorgadas. Es hora de sacar a la luz pública el discreto debate que la academia está desarrollando discretamente sobre restructuración ordenada de deuda y ralentización del crecimiento global. Al mundo le ocurre lo mismo que a las familias y los Estados: No pueden gastar más de lo que ingresan y producen ¡Esa es la bomba! El globo está tan hinchado que cualquier decisión errónea lo puede explotar. Hay que quitar tensión en el sistema. Hay que pensar en cancelar “gratis et amore” una parte importante de la deuda pública en poder de los bancos centrales, generará capacidad de crecimiento y favorecerá la inflación, una especie de helicóptero que regará liquidez a gobiernos y bancos para gastos e inversiones productivos. Se trata de parar el reloj y bajar tensión de este  globo global.
La nueva geopolítica poliédrica llena de aristas basada en la sigilosa lucha de las, viejas y emergentes, “meganaciones” por la influencia y el control zonal del mundo. A pesar de este plano mundo global, los líderes no han subido el escalón necesario para tener una visión global del problema. Esta globalidad general se puede convertir fácilmente en una Torre de Babel, que caerá, no por los idiomas, sino por el egoísmo nacionalista de los poderosos; y mientras tanto destruyendo la estructura social creando menos muy ricos y más “míseros paniaguados”.  La bomba está cebadando día a día: ralentización del crecimiento por la propia ley de los rendimientos marginales decrecientes, sueldos de sobrevivencia que impiden las políticas de aumento de consumo, deflación general que impide desapalancamiento financiero de personas y organismos públicos y privados, robotización masiva inminente y otras. Por eso, y otras cosas, la teoría económica está deviniendo en obsoleta ¡Los 200 megatones están a tres minutos! ¡La bomba!
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 24 de abril de 2016.

¿SOLO PALABRAS?


Cuando adoptas el lenguaje de tu enemigo tienes la guerra perdida. Cuando el mensajero adopta el lenguaje de parte deja de ser mensajero para convertirse en papel amarillo, pierde la credibilidad y la función. En esas estamos. El mensajero ha perdido el criterio y, en algunos casos, hasta la deontología ética. Me voy del tema, vuelvo al tema.
Cada sociedad tiene su historia, cada hombre sus circunstancias y cada palabra su contexto. No es lo mismo ser republicano en los Estados Unidos que en España, vamos ni se parece. Contextos aparte, cuando la palabra se convierte en expresión peyorativa pasa a ser arma ideológica. El neoliberalismo de la izquierda europea no deja de ser una manera de llamar al capitalismo puro y duro de toda la vida, ha pasado de ser un posicionamiento intelectual dentro del liberalismo a una categoría de opresión. El problema surge cuando el mensajero amarillea y la convierte en parte de su lenguaje cotidiano y habitual, ha tomado posición, ya no es un mensajero, ahora, es un activista encubierto. Las palabras no son solo palabras. Pueden llegar a enmascarar aviesas intenciones que el que la escucha es incapaz de entender, se suma a la corriente que no sabe a dónde lleva. Las palabras lo llevan.
Desigualdad, rico, pobre, pobreza y hasta democracia han adquirido tintes ideológicos inconfundibles. Se usan sin saber que el contexto sí importa. El lenguaje se convierte en universal con la ayuda de la comunicación global. El comunicador se ha convertido en arco y flecha, cuando solamente tiene que ser arco de flechas ajenas. En esta sociedad de “deltas ilustrados” las palabras del comunicador, como las mareas, arrastran las algas de un lado para otro. Cada alga puede pensar que individualmente es libre, pero no, la marea y las palabras la llevan de un lado a otro. Vivimos una época en la que importa más el portavoz que el mensaje.
Con la economía ha pasado algo parecido. Ahora sabe de economía todo el mundo. Usan palabras sin saber su significado exacto. Por eso avariciosos comisionistas analfabetos han colocado las famosas “preferentes” a avariciosos inocentes. Es que la economía, como cualquier ciencia, tiene su propio argot. Si acuden al mercado sin conocer los tipos de manzanas, acabaran comprando las que el vendedor quiera colocarle. Las distintas facetas de cada palabra son importantes. No hay palabras sueltas. Si hay demagogos avispados que tergiversan las palabras de toda la vida. En mercadotecnia tampoco vale todo.
Las palabras sí que importan, no de por hecho su significado. Piense, deles la vuelta, busque lo que esconden, le pueden estar engañando. Nada es gratis y “nadie vende duros a cuatro pesetas”, y menos en los mercados. Que no jueguen con sus sentimientos. A los indígenas americanos les cambiaron chucherías por oro y gemas preciosas. Otros, peor, cambiaron opio y alcohol por mercancías. Todo con buenas palabras.
En el casino financiero, que nos hemos inventado en estos tiempos de internet, las palabras también engañan. Sirven para envolver pequeños paquetitos de porquería en brillantes colores. Ahora usted puede convertirse en un nativo que cambia sus ahorros, su oro, por brillantes expectativas de “kk embotellada”. El tema ha crecido ya no es un negocio a nivel individual y personal, ahora, esto se ha convertido en un negocio corporativo entre corporaciones que pasan las “botellita de kk”  de unas manos a otras sin abrirlas. Pobre del que la abra, se quedará sin palabras. La próxima burbuja olerá a alcantarilla tupida. El mundo ha cambiado, la crisis ha sido “casi sistémica” y las soluciónes han sido un parche. Lo hemos revisado en los últimos meses: #1 Importa más el mensajero que el mensaje. #2 La teoría económica está obsoleta. #3 Mensajes interesados. #4 Gastar sin pensar. #5 El nuevo equilibrio mundial y #6 Sin armas monetarias. Es la hora de empezar a pensar.
Palabras engañosas, mensajeros amarillos, demagogos interesados, comisionistas amorales, avariciosos todos. La raya roja que separa el mundo real del falso y utópico es muy sutil. Cuando le den una palabra no se la trague, búsquele las vueltas que le pueden estar engañando. Quieren tu oro y tu voto, nada más y nada menos. Las palabras engañan.  
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de

En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 27 de marzo de 2016.

“Y LA SANTABÁRBARA SIN MUNICIÓN” (GAVETA ECONÓMICA #6)

O la nevera vacía. El otro día se presentaron en mi casa, sin avisar, el tío Mario y Janet, su actual compañera. Me cogieron sin peinar y con la nevera vacía. Todo se lo habían llevado mis hijos en los días anteriores, claro es que estaba a punto de caducar, dijo Ella Magóez, mi mujer. Yo no protesto, pero es que, además, me han llenado el garaje de trastos inútiles y cajas de no se sabe qué, todo trastos inútiles y sin valor. Estoy por empezar a cobrarles el almacenaje.
La crisis de USA, la de burbuja inmobiliaria, la crisis del mercado financiero desregulado. La crisis de “EUROpa”, la del desequilibrio fiscal, burbujitas locales, la del “eurojauja” y el continuo himno a la alegría, el default de los bancos y su rescate estatal.  Todo llevó a un incremento de las primas de riesgo país y riesgo empresas. La solución eso que llaman facilidades cuantitativas (“QEs”), que no es otra cosa que llevar las deudas públicas y las privadas de difícil  colocación al garaje del correspondiente banco central. Se crea una ilusión y bajan las primas. Bajan los tipos. El garaje lleno de trastos inútiles ¿Los vendrán a recoger algún día?
Todo está perfectamente hilado. Primas bajas llevan a tipos bajos. Reequilibrar y desampalancar suponen disminución de gasto motor. Menos inversión, menos consumo, menos salarios. ¡Hemos conseguido el macro equilibrio! Menos crecimiento. Menos salarios, mucho menos consumo, ningún ahorro. Menos demanda de materias primas. Crisis de los Bricks, los emergentes, menos demanda menores precios. Emisión de deuda emergente. Menor desarrollo. Menor inflación. Deflación a la vista.
Si no hay rentabilidad no inviertes. A tipo cero es fácil apalancarse e invertir. Sobreproducción de petróleo. Bajada de precios. Problemas de equilibrio fiscal. Nervios en el mercado. Los algoritmos para la toma de decisiones amplifican los movimientos que pasan de bursátiles a telúricos. Nervios y carburante a la deflación. Nuevo flanco no previsto. Otra nueva gotera.
Hoy en día dicen que el crack bursátil (financiero) del año 29, lo convirtieron las medidas del gobierno de Roosvelt en la Gran Depresión, y que solo se invirtió por el esfuerzo bélico de la segunda gran guerra. Dios no lo quiera.
Las bolsas ya no son el espejo de la economía, ahora son el espejo del alma financiera del mundo. De la parte limpia, la regulada, y de la parte oscura. Queda mucha parte oscura, mucho empaquetamiento sospechoso y derivado misterioso. Las letras pelota que arruinaron a mucho constructos-promotor vuelven a escala global ¿La pararán? ¿Se parará? El último cisne negro del capitalismo puede esconderse por ahí. Unos pocos salvarán su culo y el resto seremos igualados por abajo.
Si en el año 1898 el Maine no hubiera tenido munición en su santabárbara, posiblemente no hubiera habido guerra hispano americana. Otra historia hubiera sido. Si en el 2016 no tenemos munición monetaria… ¿Qué les queda a Yellen y Draghi en su nevera?  Desde el punto de vista de política monetaria poco muy poco. Se han gastado toda la munición tapando agujeros, dicen que eran sistémicos. Cuando un sistema hace crack es mejor invertir en el siguiente. No tires la comida que luego llegan sin avisar el tío Mario y Janet, su actual pareja, y no te queda nada en la nevera. Como mucho un par de conejos vivos, en la conejera del huerto, que hay que matar y preparar. Se acaba la munición. Solamente la política monetaria no es suficiente. Las otras políticas duelen a los políticos de turno y seguramente cabrea a los poderosos mercados ¡Que les duela y sufran! Ya es hora. Los islandeses tenían razón, lo nuestro ha sido correr a ningún lado. Estamos sin munición. La nevera está vacía.  Del próximo cisne negro no pasamos.
¡Hala, que les vaya bien! Hasta el mes que viene. Un saludo de
 El Magóez  (http://magoez.blogspot.com/)

En Las Medianías, que es mi sitio, a viernes, 26 de febrero de 2016.




"VELUTINAS" (GAVETA ECONÓMICA #5)

“VELUTINAS”

Mi compadre, el de la vespa amarilla, me comentaba el otro día sus elucubraciones sobre la crisis, esa que como una buena gripe, no termina de acabar. Siempre queda una tos perruna que se puede convertir en crónica si no se cuida. “¿Y si dentro de la crisis hay una guerra?”
Me hizo pensar. Pensé en el cangrejo de rio americano, en la trucha arco iris, en el mejillón tigre y en muchas otras especies invasoras de nuestro paisaje que han venido para quedarse. Pensé en el problema que tienen nuestros apicultores con esa abeja asiática que se come sus abejas. Pensé en el plumero argentino que va cubriendo las cunetas y alrededores de nuestras autovías y carreteras. Vinieron para quedarse ¿Qué más cosas han venido silenciosamente para quedarse? ¿Qué ha pasado durante la crisis?
La primera gran crisis de la globalización ha enmascarado un nuevo modo de vida. La clase media liberal ha muerto, la clase media funcionarial ha sobrevivido malamente. La nueva proletarización social se parece demasiado a la proletarización de la primera revolución industrial. Hay países que sigue usando, y abusando, de la mano de obra infantil. El salario en muchos países se acerca peligrosamente por debajo del nivel de subsistencia. El servicio de la deuda pública se come los incrementos de productividad. Mal panorama. Esto también son especies invasoras.
Cuando pensábamos que la época del dólar se acabaría con un nuevo equilibrio entre el euro y el dólar, resulta que, el euro malamente sobrevive, que la nueva especie se llama yuan. Que el equilibrio es otro. Que el mundo ya no es “occidental”, ahora el mundo empieza a ser multipolar. Están conviviendo dos sistemas ajenos al bienestar europeo. Eurojauja se apaga lentamente, no estaba cuajada. Han bastado unos cuantos cientos de miles de migrantes para poner de manifiesto la Europa de los egoísmos, Shengen salta por los aires, los británicos huirán pronto. La Europa de babel se fagocitará paulatinamente. Tiempo perdido. Mientras tanto los nuevos hitleres, stalines, petains, musolinis, neototalitarios todos, salen de sus madrigueras. Este nuevo peronismo invade nuestras sociedades que se decían avanzadas y solidarias ¿Hemos perdido un par de generaciones?
Un nuevo equilibrio de la economía está surgiendo. Wall Street ya no manda, ni siquiera impone moda. Otros tienen nuestros ahorros, nuestra tecnología se la han vendido mercaderes avariciosos. No era solo la economía y los costes. El mercado, que creíamos perfecto, nunca ha sido un juego de resultado cero, ha habido estrategias de lento tipo oriental que lo han ido reorientando. 1421 está de nuevo en marcha, los nuevos almirantes Zheng He han resucitado, si no hay un nuevo 1434 y el imperio central vuelve caer hacia dentro, el mundo puede ser colonizado. Casi por extraterrestre sin alma, hormigas con espíritu de manada. Abejas obreras obedientes que fagocitarán a las debilitadas obreras vecinas. El dueño del dinero, como siemtre, escribirá su historia que no será la nuestra.
El plan ha sido pacientemente diseñado y mejorado. Se adecúa permanentemente. Primero nos venden barato y destruyen parte de nuestro complejo fabril. Copian tecnología impunemente. Luego acumulan excedentes comerciales, con ellos invierten en nuestras empresas y deuda, compran una parte del mundo financiero, ahora están creando su propia fuerza militar con los excedentes de su comercio con nosotros ¿Acabaran algún día en la luna? Les hemos formado a sus científicos y técnicos en nuestras universidades y laboratorios. Pero siguen siendo una sociedad con otros principios y objetivos inescrutables como sus rostros, no lo olviden. Son otro tipo de abejas.
La Vespa Velutina no es una moto amarilla como la de mi compadre. La Vespa Velutina es una especie de abeja originaria de China. Estas avispas como las demás de su familia se alimentan no solo de insectos como las demás, también se alimentan de nuestras abejas y de su miel, las acaba extinguiendo. Sin abejas no hay polinización. Se tambalean los principios básicos de nuestra cultura y civilización. Mientras Europa está dormida, ensimismada en su bienestar y su buenismo. Nos pueden llegar a destruir. La perfecta democracia ateniense de hace dos mil años fue pasada por las armas de los espartanos, seres nada democráticos y que además no se lavaban. Recuerden la velutina ya está en nuestros campos y no puedo de dejar de pensar en las consecuencias ¡Hay una guerra dentro de la crisis!
¡Hala, que les vaya bien! Un saludo de
 El Magóez  (http://magoez.blogspot.com/)

En Las Medianías, que es mi sitio, a viernes 29 de enero de 2016.


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