”UN VENTILADOR EN EL CAMINO”


CICLO “LA  2ª GAVETA”
COMENTARIO Nº 25-2ª, 11  DE JULIO  DE 2013


Parecía otro nuevo tramo del complicado camino. Nada muy cómodo, seguían los guijarros y el piso inestable y resbaladizo, incluso socavones y argayos. Lo suficientemente llano para con cierto esfuerzo ir avanzando. Seco y solitario como todo este tipo de caminos por el borde del desierto. Sabíamos que nos quedaban dos barrancos que pasar.

El primer barranco es el “paro”. Mucho habrá que crecer y cambiar para poder absorber los seis millones de parados actuales. Se está creando una especie de corriente de que el autoempleo y la emprenduría son la solución. A mí me suena como aquella moda tardofranquista de la colectivización por la vía del “cooperativismo”, funcionaba mientras duraba la subvención y luego crash. El cooperativismo tiene su papel y solo ese, prestar servicios a colectivos homogéneos que no se podrían pagar individualmente y hacerlos más competitivos y fuertes en el mercado. Nada más. La emprenduría y el autoempleo son parecidos, sin proyecto no hay tu tía, en todo caso posiblemente arruina a familiares y amigos. El paro y la demanda de bienes y servicios están muy imbricados, sin aumento de la demanda no hay nuevos empleos, es decir que hace falta un crecimiento importante para bajar el número de parados y ese no es el caso.  Sin ayudas externas la salida será lentísima. El camino será llano pero complicadísimo. Un puente para pasar el ese barranco es el otro barranco, el crédito. Menos doloroso y más complejo.

El segundo barranco es “el crédito”. Lo del crédito tiene miga. Esto que empezó como una crisis “subprime” se ha ido convirtiendo en otro crisis “subprime de la deuda pública”, al principio fue meramente privada y paulativamente se ha ido convirtiendo en la gran burbuja de la “deuda pública”. Se han salvado los primeros propietarios y gestores y se ha transformado en una posible carga para los contribuyentes de cuando estalle y los hijos de sus hijos. La actuación para salvar al necesario sistema financiero ha sido desmedida y atolondrada. Se ha emitido deuda pública para afrontar las necesidades financieras de los Estados y se ha colocado en los bancos a cambio de facilidades otorgadas por los bancos centrales a la banca privada. Moraleja, con la relajación del control de las garantías ahora los activos y derivados tóxicos están en los bancos centrales. La banca privada se ha quedado con la deuda pública y ahora no le queda dinero para cumpliendo las nuevas normas de “stress” poder llevarlo a la economía de las personas y las empresas. Se ha roto el cordón de la confianza y eso no se recupera fácilmente. Esto ha llevado a la atonía de la economía mundial agravando el problema. Si hay paro no hay demanda, sin demanda no se produce y no se demandan materias primas y por lo tanto no hay consumo en esos productores, así no habrá crédito real en mucho tiempo. Este barranco es muy duro y complicado.

Las “piedras en el camino”. Pero a estos dos barrancos se les han unido una serie de problemas adicionales que han enervado al “mercado”. Portugal tiene problemas políticos, Italia en “BBB”, Grecia no puede cumplir, la primavera egipcia se convierte en infierno, Bernake y Draghi reconocen que sus capacidades se limitan al mundo financiero y que la economía real es cosa de los Gobiernos,  se debate en los grandes foros sobre el modelo a seguir sin ponerse de acuerdo,  las diferencias se agrandan, Evo y Cía separan Sudamérica del Mundo, China prioriza el consumo interno, etc. Todos estos vientos se pueden convertir fácilmente en ciclones y huracanes.

El “ventilador”. Por si fueran pocas piedras y barrancos, ahora en el camino, aparece el ventilador político español y convierte una batalla judicial en catarsis política. El mercado y Europa tiemblan. Nosotros también, cuando parecía que el partido estaba empatado un “gran vendedor” de periódicos pone en marcha su ventilador. Suyo y de alguien más que solo intuimos quien puede ser. Su compañero de comidas y largas y extrañas sobremesas en lugares discretos. El poder y su lucha aparecen de nuevo. Ese ventilador no es la catarsis que necesitamos. Ni si quiera es lucha ideológica, es la lucha de las ratas por mandar.

El camino ya era bastante complicado sin este ventilador, ahora se vuelve  casi imposible y esta nauseabunda niebla nos puede hacer caer definitivamente al abismo.  

Gracias por su atención y sean felices, si pueden. Reciban un fuerte abrazo de su amigo,


En Las Medianías, que es mi sitio, a Jueves 11 de Julio de 2013.

Postdata: ¿Qué se puede pedir de una sociedad que gasta más en vacas y magos que en parados? Yo me apunto a Ockham por lo de la navaja y me hago “lafferiano” porque mis ingresos son inelásticos frente a la voracidad fiscal.

                                                                                 

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6 comentarios:

  1. Insinúa usted que es mejor dejar las cosas tapadas y que nadie pague por lo indebidamente apropiado. Todo el mundo habla de la importancia de otros países, curiosamente en esos lugares a gentuza como la de aquí la meten en la cárcel y les hacen devolver lo indebidamente apropiado. Así que, Sr. Mago, no creo que les preocupe en lo más mínimo lo que aquí se está ventilando, ya tendrán preparados los relevos.

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    1. Nada más alejado de mis intenciones. Estoy en contra del enorme ruido que suele producirse y de linchamientos morales previos.

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  2. Lo que no cabe duda que este ventilador puede ocasionar un huracán o ¿tal vez devolver las cosas a un punto manejable?. Buen análisis, los dos barrancos son infranqueables en el corto plazo. Hay que modificar financiación bancaria por una de otro tipo. Ya no cabe duda. Como tampoco la cabe en el auto-empleo y la emprendeduría. En cuenta a las políticas monetarias, cada cual a lo suyo, y China si fabrica para los demás, que compre para los demás, si no, arancel y punto.

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  3. Era de esperar que, si arrancaba un ventilador en este ¿País?, lo que iba a esparcir no serían, precisamente, aromas de lavanda, mas bien la fetidez de la corrupción de estos últimos treinta años. El problema será, si consiguen su propósito los que lo manejan, es que nos convertiremos en algo ingobernable, y echaremos de menos el denostado bipartidismo. La "prima" desbocada, desánimo en las economías productivas y auténtica fuga de capitales. Eso es lo que podemos esperar de los Cayos y Sánchez Gordillos.
    No digo que haya que correr un tupido velo y perdonar, se trata de entresacar a los responsables y depurarlos política y judicialmente. Es decir una auténtica regeneración que provoque optimismo en los 20 millones de votantes que han mantenido dicho bipartidismo.

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  4. El autoempleo es, como bien dice, una trampa para los emprendedores. En éstos momentos donde no hay consumo ¿en qué me autoempleo? Posiblemente el único negocio que hoy puede florecer es el de las asesorías laborales para tramitar despidos.
    Los créditos ICO no fluyen; las prometidas ayudas para crear empleo juvenil no terminan de llegar.
    Las administraciones y las empresas privadas reducen plantillas ¿Cómo puede aumentar el consumo? Los negocios de barrio cierran ¿en qué emprendo?
    Los ventiladores no ayudan nada. No es que tengamos que apagarlos, hay que saber cuándo se encienden, cual es la velocidad y la dirección adecuada, de lo contrario nos puede dar un “airón”. Cuando el viento sopla en la dirección equivocada el “barco del azúcar” se aleja.

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  5. Pues leído lo leído deduzco que parece ser que es mejor que unos pocos sigan forrándose a costa de los más; que se siga saqueando el Estado y que nadie responda por nada. Es una acción injusta contra quienes sí son cumplidores de sus obligaciones fiscales; contra quienes se arriesgan en sus empresas; contra todos los que cada día piden una solución y tan sólo ven corrupción.
    Siempre ha ocurrido y, parece ser, que siempre se quiere que ocurra.
    Supongo que quienes así piensan ven normal que para lograr una licencia haya una mordida, que para que operen a un enfermo haya que hacer un donativo, etc...
    A mi del ventilador solo me preocupa que sea poco potente. La mierda se incrusta con firmeza y a lo mejor hay que ayudar con lija o chorro de arena.

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