Todos quieren un empleo público. El de la foto lo consiguió, entró en la que están pensando. Está estresado, se tiene que tomar una tapita de tortilla con una cerveza a media mañana. Aprovecha para “quitarse trabajo de encima”. Tiene que entregar notificaciones certificadas de un Organismo Oficial. Es una lata, hay que llamar al timbre, esperar que le abran, subir al piso, convencer a quien le abre de que tiene que recogerlo, en muchos casos esperar a que la señora de turno telefonee al marido, y etcétera. Mientras se toma la cerveza con tortilla española prepara todas las notificaciones como si no hubiera nadie en el piso al que va destinado el certificado. Es más rápido dejar la notificación en el buzón. Que el cliente vaya a la Oficina de Correos. ¿Se gana el sueldo? No, nos tima a todos y eso sin contar el tiempo que los ciudadanos tienen que perder en la Oficina. ¿Vago? ¡Es un caradura! ¡Infiel!
FRAN C. ME DICE EN FB: " En fin... pobre hombre, tanto trabajo. Seguro que luego pasa la nota del pincho y cervecita como "gastos de desplazamiento" o similares, todo sea para ayudar a este sufrido servidor público a hacer tan sacrificado trabajo. Tocar el timbre! es la tarea más denigrante que he escuchado jamás. ¡Dónde están los sindicatos para corregir esta tragedia!...
El Magoez, RESPONDE: Se lo diré a un sindicalista del barrio que se pasa el día hablando por teléfono en el balcón
FRAN C. ME DICE EN FB:
ResponderEliminar" En fin... pobre hombre, tanto trabajo. Seguro que luego pasa la nota del pincho y cervecita como "gastos de desplazamiento" o similares, todo sea para ayudar a este sufrido servidor público a hacer tan sacrificado trabajo. Tocar el timbre! es la tarea más denigrante que he escuchado jamás. ¡Dónde están los sindicatos para corregir esta tragedia!...
El Magoez, RESPONDE:
Se lo diré a un sindicalista del barrio que se pasa el día hablando por teléfono en el balcón