“BLANCO Y NEGRO”

CICLO “LA  GAVETA, 2ª TEMPORADA”
COMENTARIO Nº 34 DE 9  DE SEPTIEMBRE DE 2010



Como, durante Agosto, tuve que quedarme a vendimiar, no dispuse de  muchas oportunidades para viajar, solo unos días de relax compartidos entre Las Antípodas y el País de Hez. Por cierto, que las uvas, como la economía, se agostaron con las altas temperaturas y ahora no sabemos lo que nos va a salir. Eso sí, de cantidad poca.

Durante los pocos días de relajo he tenido tiempo de meditar, y mi conclusión es, con perdón de mis colegas magos y economistas, que cualquier teoría que se quiera aplicar es tan anacrónica como la de los epicúreos, cínicos y estoicos. Lo que parece claro es que no va a escampar pronto, que a pesar de lo que nos divertimos discutiendo, cual bizantinos, si la crisis era en “V”, en “W”, o en “69”, ya no nos importa, todos tenemos claro que esto va a ser largo, muy largo. Siempre he defendido que esta iba a ser una crisis en escalera, hacia abajo claro, de las de bajar y no subir. Vamos que el llamar a esto crisis no pasa de ser un eufemismo, a lo que estamos atravesando siempre se le ha llamado Depresión. Crisis, larga y estructural esto es una depresión. Las crisis son por definición coyunturales.
En unas reflexiones, publicadas en mi blog la semana pasada, señalo que esta crisis-depresión no es global, que es sólo de los países centrales del sistema, que es sistémica, que de aquí saldremos con otro reparto mundial de poder, que de alguna manera esto es el “fin de un imperio”, ya el intentar poner solución al problema de dirección de la situación, al pasar del “G7” al “G20+” en lo que fue es más que una decisión política, fue la constatación de una nueva realidad. El mundo es hoy algo más que el de los vencedores de la II Guerra Mundial, Yalta y Breton Woods son agua pasada.
Yo que no he recibido el premio Nóbel de Economía, vamos ni siquiera el de La Alhódiga al mejor vino, me atrevo a estar de acuerdo con Paul Krugman en su tesis, ver NYT del pasado domingo, de que la salida definitiva de la Gran Depresión del 27 se produjo gracias al endeudamiento y los estímulos fiscales necesarios para que los USA ganaran la II Guerra mundial. ¡Dios no lo quiera otra vez!, sin el “esfuerzo y sacrificio” aplicados a la victoria no se hubieran corregido los efectos limitados de una “New Deal” devaluada por los mismos pensamientos que la de los actuales políticos europeos: “La inversión pública favorece a las grandes empresas y los estímulos fiscales a los ricos” (Tontus Tertulius Correcta, más conocido por el Memo, en cualquier tertulia de la Europa Semiunida actual). La decisión de Barak Obama, con una New Deal  V2.0, de potenciar la obra pública y aumentar los beneficios fiscales a las empresas y ciudadanos, ponen a los Estados Unidos en un camino parecido. La política europea de ortodoxia presupuestaria y limitación de gasto productivo no creo que solucionen el problema, en todo caso acabarán con la clase media y los pequeños empresarios y autónomos, lo explico en la reflexión ya comentada. Lo que estamos viviendo no es solo una crisis de deuda soberana, es un problema de apalancamiento privado. La mejor manera de “desapalancarse”  es generando ingresos, no limitándolos. Lo que se trata es de generar riqueza no de repartir lo que queda.
En definitiva la tradicional dicotomía entre el blanco y el negro, el tiempo dirá quién tiene la razón, aunque me temo que los objetivos finales son distintos porque los principios básicos lo son. Se enfrentan el individuo libre y  el colectivo estatalizado. “Blanco y Negro”, ese era un whisky que se tomaba cuando yo era joven. ¿Quién es el blanco y quién el negro? Ustedes opinen.

 

Gracias por su atención y, a pesar de lo dicho disfruten de la vida y un abrazo amigo de su amigo,

El Magóez
En Santa Cruz de Tenerife, 9 de Septiembre de 2010.

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Artículo mencionado   OTOÑO… OTOÑO… ¡OTOÑO TERRIBLE!

OTOÑO… OTOÑO… ¡OTOÑO TERRIBLE!

REFLEXIONES EN EL CANTO ARRIBA,  REFLEXION 2, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2010

A finales de Julio dejé preparado el inicio de esta reflexión, el título y la hoja en blanco, ya lo intuía, la situación de fondo no era buena, ahora parece peor, al menos más preocupante. Corrijo, la situación vuelve a parecer la del otoño de 2007, fatal.
Durante este mes he hecho lo que les había prometido, vendimiar y pensar. La vendimia ha salido peor de lo esperado por culpa de las altas temperaturas, en fin, los problemas de siempre. Además he tenido algo de tiempo para pasarme por El País de Hez como se demuestra en la “instantánea” que subí en mi cuenta de Facebook. Desde allí la perspectiva es distinta.
¿Se puede hablar de crisis global cuando un grupo importante de países crece al 8% y más? Ver datos de India, China, Argentina, Brasil y la propia Rusia, entre todos suma aproximadamente un tercio de la población mundial. La crisis y el peligro de recaída se centran en los países altamente desarrollados, en las economías altamente consumidoras y con una estructura financiera altamente desarrollada. Como ha fallado el sistema financiero las economías productoras de bienes tangibles han pasado por la crisis con menores sobresaltos. Otro enfoque sitúa la situación crítica en los países donde el papel del Estado tiene mayor peso en la redistribución de la renta. ¿Un modelo que ha llegado a sus límites?
Lo que está absolutamente claro es que un sistema basado en la expansión incontrolada del crédito es inviable. Durante el principio de esta crisis los banqueros han tenido la habilidad de traspasar sus créditos malos a los Estados. La Banca ha sobrevivido y los Estados se han desestabilizado. Esa es la situación que vivimos en Mayo pasado, Estados en riesgo de suspensión de pagos y claramente incapaces de financiarse. La crisis del crédito, la financiera, no ha terminado, se ha trasladado. Por eso los países con un Estado proporcionalmente menos poderoso desde el punto de vista presupuestario superan la crisis con mayor eficacia. Además los sistemas de gobierno en donde la opinión pública influye de manera decisiva en la toma de decisiones, propician en situaciones de crisis de este tipo soluciones que tienden a disminuir la profundidad de la crisis a cambio de alargar su duración. Los formadores de opinión y los sindicatos forman parte de este entramado. Todo esto son consecuencias, lo realmente preocupante es que nos enfrentamos, posiblemente, a una crisis sistémica, al fin de un modelo, y con ese criterio hemos de trabajar y pensar. La nueva gran depresión está aquí. Las sociedades ultra desarrolladas se han equivocado en su planteamiento, se acabó el tiempo de vivir de ingresos y préstamos financieros, se acabó la economía irreal y el que produzcan ellos, que nosotros consumimos. La realidad es que el stock de capital no da para más, lo hemos sofisticado demasiado. Los rusos compran propiedades en España, los chinos compra el África oriental y deuda soberana europea y de los Usa, el dinero negro se va a Hong Kong ¿Quién mandará?
En este país las cosas son peor, nos cogió la crisis con el pie cambiado, a mitad de proceso. El Gobierno erró en su diagnóstico y no actuó a tiempo, consecuencia estamos dos o tres pasos por detrás del resto de Europa. La clase política no ha dado la talla, piensa en votos y elecciones, en mantenerse. Para la generalidad del país la banca ha dejado de existir, se dedica principalmente a ganar dinero en el circuito “endoso de posibles fallidos- deuda soberana- adquisición de bonos del banco central europeo- colocación de derivados en mercado internacional”, para los ciudadanos y empresas pequeñas han pasado a ser una mera “caja de compensación” a altos precios (comisiones y gastos). Como todo ha sido equivocado, al final, todas las medidas se han vuelto generadoras de paro y restrictivas con el consumo. ¡Han dejado la recuperación en manos de una locomotora exterior! Y estas o no arrancan o se han vuelto más autárqicas. La debilidad se ha instalado en la imagen exterior del país, hasta el vecino nos gruñe, de momento nos sale más caro. A pesar de los esfuerzos del aparato propagandístico del régimen, la lluvia de datos negativos va a ser constante en este otoño. Nos van a repetir constantemente que esto está a punto de cambiar ¿se dan cuenta que siempre es para el próximo semestre?, pero va a haber datos que no se pueden esconder: el paro y la quiebra de Ayuntamientos, las dificultades de financiación de la Comunidades Autónomas y el coste de la misma. Todo a pesar de que creo que los datos oficiales están maquillados, y más ahora que entramos en periodo electoral.
Por si las perspectivas fallan, comenzamos la estación con una Huelga General, y seguiremos escuchando la matraquilla de que hay que subir los impuestos a los ricos, conseguirán acabar con la clase media. Los peronistas lo consiguieron y sesenta años después la siguen buscando. Igualar por abajo es signo más señalado de miseria intelectual, lo mismo que fomentar la envidia. “Campesino rico, rey (país) rico”
Nos espera un otoño terrible, que durará, al menos, cinco años. Otoño, Otoño, ¡Otoño da M…..da!
Que no sea verdad.
En el tren, entre Las Antípodas y Hez, 2 de Septiembre de 2010
Su amigo El Magóez
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