CICLO “LA 2ª GAVETA”
COMENTARIO Nº 38-5ª
TEMPORADA, 10 DE JULIO DE 2014
Huchas de todos los tipos. Huchas
cerdito. Huchas buzón. Huchas de barro. Cajitas fuerte para ahorrar. Esa es la
palabra: ahorrar. Ahorrar para el día de mañana, ahorrar para comprar algo,
ahorrar para viajar, para la boda, para emergencias o gastos no previstos. En
resumen una hucha sirve para ahorrar la parte de tus ingresos que decides no gastar
en chucherías y otras tonterías.
Un vecino mío, de la zona, que además
de vivir de la tierra tuvo la suerte de colocar a su mujer en un trabajo
público como cocinera en un colegio de la zona, guardaba sus ahorros en el
colchón de su dormitorio. El otro día me lo crucé en una vereda y me dijo:
“Antes guardaba algo de dinero todos los meses pero ahora no me llega el dinero
a fin de mes y todos los meses saco algo del colchón”. Como todos, pensé yo.
Todavía tiene la suerte de no deber nada. Esto es el ahorro en estado puro.
Dejar de consumir liberalidades hoy, vivir austeramente, para poder sobrevivir
mañana o pasado.
Otro vecino de un poco más allá ha
sido siempre un poco más moderno. Siempre ha vivido bastante austeramente pero
en la bonanza se compró un piso en la playa para veranear, cambiaba de coche
cada dos años, y tiraba de la tarjeta de crédito como si no tuviera que
devolver el dinero. Además en lugar del dinero en el colchón lo invertía
financieramente. También le llegó la crisis. Mal vendió el piso de la playa, no
cambia de coche porque con lo que sacaría por él no le da ni para un Dacia, le
han reducido el límite de la tarjeta y le están castigando por deshacer sus
“posiciones financieras”. Vivió mejor que el vecino primero pero también está
recortando su nivel de gasto y de vida. Yo lo veo mucho más dolido.
Todavía me queda otro vecino, el
desaparecido. Este no era de la zona. Venía de la ciudad. Se compró una gañanía
y la arregló para vivir. Tenía hipoteca y debía los dos coches y la moto, se
hizo una piscina. Trabajaban los dos. Se quedó ella sin trabajo. Le cayó la
Caja de Ahorros encima. Desaparecieron y hoy la casa es del banco con el que se
fusionó la Caja y los coches están precintados en el garaje. Debía todo y se
quedó sin nada. No tenía ni hucha ni inversión financiera que le amparase. A
los lugareños nos miraba con un cierto desdén porque no sabía que ahorrábamos.
Toda esta larga introducción para
poner de manifiesto que debemos de tener huchas. Que la bonanza sirve para
ahorrar y que los años de vacas gordas se intercalan con los años de vacas
flacas. Que la “Hucha de las Pensiones”, Dios bendiga a los que la crearon, nos
está salvando en estas vacas flacas. Que no me asusta que la usen porque el
“diablo de ponzi” nos acecha. Sin hucha seríamos portugueses o griegos. Que
gracias a esa hucha y otras conseguimos que no nos quitaran la casa, eso sí,
dejamos de comer en el guachinche de tito´Pauli todos los días y que ahora
volvemos a saber lo que es una comida de fiesta.
Si el vecino desaparecido hubiera
sabido gestionar sus deudas a corto, las de la tarjeta, pagando todos los meses
hubiera mantenido el límite. Si hubiera iniciado un drástico plan de ajustes y
austeridad en sus gastos seguramente hubiera podido cambiar de coche por uno
menos Gastón. Seguramente no hubiera perdido su clasificación bancaria, la
prima de riesgo y estaría viviendo en su gañanía arreglada.
Dicho esto, ¡me voy de vacaciones! Ya veremos que nos depara el futuro. Me
dedicaré a escribir mis memorias. Contaré
cosas que muchos quisieran saber y otras que no.
Gracias por su atención. Reciban un fuerte abrazo de su
amigo,
El Magóez
En Las Medianías, que es mi sitio, a jueves 10 de julio
de 2014.
Posdata: 30 años para
tener una ley de educación ¿Quo vadis Canarias?
hucha.
ResponderEliminar(Del fr. huche).
1. f. Alcancía de barro o caja de madera o de metal con una sola hendidura, que sirve para guardar dinero.
2. f. Dinero que se ahorra y guarda. José tiene buena hucha.
3. f. Arca grande que tienen los labradores para guardar sus cosas.
Como su nombre indica una hucha es un artefacto que sirve para guardar dinero para un futuro apuro. Gracias a ellas a los pensionistas no nos recortaron las pensiones. Es vital en una economía sujeta a ciclos.
ResponderEliminarEl ahorro se ha convertido en la obsesión de todos los que habitamos en estos lares, el problema es que ahora no hay nada que ahorrar, estamos a lo “comido por lo servido”, cuando se pudo ahorrar se despilfarró. Como bien se refleja en las historias de sus vecinos.
ResponderEliminarCada vez que escucho que se ha tenido que “abrir” la “hucha de las pensiones” me entran escalofríos por todo el cuerpo. Esa hucha, sin duda gran invento, no podemos permitir que se vacíe; es el seguro de vida de todos nosotros, son nuestros verdaderos ahorros.
Esa hucha ha de estar, como mínimo, siempre “medio llena” y nunca “medio vacía”.
El flujo de entrada ha de ser constante y algo superior al de salida. Pero resulta difícil de resolver una ecuación mal planteada. La “X” cada vez es menor (menos trabajadores menos ingreso), mientas que la “Y” cada vez es mayor (más jubilados más salida). Bien es cierto que la “Y” tiene todos sus derechos, pues ha contribuido a su llenado.
Felices vacaciones y que a la vuelta los “brotes verdes” sean “plantas crecidas”, no resecas por la canícula de las falsas alegrías preelectorales.
Cuando la oposición en, bloque, intenta oponerse a unas medidas, que serán mejores o peores, pero se proponen para mejorar la "X", me hace sospechar que tienen miedo a que resulten efectivas y se les diluya su deseo de alcanzar el poder.
EliminarPuede que a alguien le moleste mi comentario, pero, uno de los programas "estrella" de la cadena de radio mas proclive a la cigarra que a la hormiga, se titula: "A vivir que son dos días". Definitorio ¿no?. ¡Ah!, y benditas huchas.
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