CICLO “LA 2ª GAVETA”
COMENTARIO Nº 17-5ª
TEMPORADA, 09 DE ENERO DE 2014
Los tres Reyes Magos y la economía
podría haber sido el título de este comentario. Tras unos días de turrón, oro e
incienso es bueno reflexionar. Ahora resulta que lo de la paga extra de los
funcionarios se ha convertido en un anticipo de caja, el politiqueo se vuelve a
cruzar con el camino de las decisiones económicas, debe de ser la condición
humana. En los últimos tiempos hemos aprendido que el crédito a las empresas y
familias no es imprescindible, que hay otros mimbres como el sector exterior,
el consumo turístico o esa sensación de “retorno al pasado” que se ha ido
colando poco a poco, tan callando, en el inconsciente del consumidor. No se
engañen, lo he dicho mil veces, el río parece el mismo pero el agua es
distinta.
Cuatro buenos datos oportunos y bien
hilvanados han convencido a la gente de que ya hemos doblado la esquina. Falso,
hemos cambiado de camino el de ahora es distinto, menos asfaltado y más
empinado. El nuevo capitalismo es otra cosa, no se trata de repetir burbujas,
no se trata de repetir alegres despilfarros, lo que necesitamos es una nueva
brújula y nuevos mapas, lo que de verdad necesitamos es un capitalismo decente
con nuevos principios y ética. Querer salir “igual que antes de” es una
mezquina interpretación de lo que hemos pasado. Aquí no hay “propósito de la
enmienda” volveremos a pecar de lo mismo. Esa es la gran trampa de este
destello de turrón, oro e incienso.
A la gente se nos ha convencido de
que el lío de la crisis se ha terminado, que las medidas aplicadas han sido
suficientes. Que la solución japonesa de dinero a borbotones dará resultados
permanentes, yo creo que no que lo que será es atraer una nueva burbuja. El
apalancamiento de los Estados no ha existido, al contrario, se ha convertido en
estructural y permanente, en difícilmente aguantable. Las empresas y las
familias van devolviendo a trancas y barrancas sus excesos crediticios
anteriores .El apalancamiento financiero yo lo convertiría en pecado mortal y
mandaba a reciclar en un campo de reeducación a la gran mayoría de los
directores financieros actuales. La única rentabilidad admisible es la economía
real, lo demás son especulaciones en el sentido más feo y despreciable de la
palabra. La blandura de los Gobiernos ha mantenido con vida a los carroñeros
sin alma del sistema. La avaricia de los unos y la estúpida coyunturalidad de
los otros han convertido cuatro buenos datos en una pequeña orgía de turrón,
oro y hasta de incienso quemado en honor de ya me dirán ustedes qué dioses
menores.
Hemos gastado el poco oro que
quedaba en nuestras cajas en futilidades. Ese poco de oro era nuestra caja de
subsistencia, ya no queda casi ahorro de las familias, estamos en el nivel más
bajo de la crisis; todavía nos quedan hipotecas que pagar, los sueldo no llegan
más allá del día quince, esto va a ser muy largo, tan largo como cinco millones
de parados. Ese oro podía ser necesario. Creo que en parte nos hemos comido el
arroz que nos quedaba para plantar, ahora dependeremos más de los meteoros y
vaivenes de las coyunturas.
Por eso los tres Reyes Magos, a los
que se les supone conocimiento por magos y sabiduría en el gobierno por reyes,
además de oro e incienso llevaron a niño la mirra, el regalo misterioso,
susceptible de múltiples interpretaciones. ¿Para embalsamar qué? ¿Para fabricar
qué? Los sabios no se ponen de acuerdo, hay múltiples interpretaciones. En este
caso me quedo con aquella que dice que no solo de oro vive el hombre ni los
dioses de incienso, que siempre va a quedar algo amargo que vivir; que hay que
tenerlo previsto y ser precavidos en el gasto inútil. Si a estas alturas de la
película todavía creemos en los pajaritos preñados no será porque no se lo he
advertido.
La mirra significa algo, el camino
no será de rosas, será como dijo Churchil un camino de sangre, sudor y
lágrimas, será un camino como la vida misma, largo y sin final. En todas las
religiones el Paraíso es post mortem. Por eso embalsamaban con mirra. Recuerde,
recuerde que la mirra significa algo.
Gracias por su atención, sean sensatos y pasen unas buenas y felices
fiestas. Reciban un fuerte abrazo de su amigo,
En Las Medianías, que es mi sitio, a Jueves 9 de Enero
de 2014.
Postdata: Aunque no lo
crea está más cerca de ser el próximo sin techo que el próximo ganador de la
lotería. Estamos comprando todas las papeletas para que esto se convierta en un
Estado fracasado porque fallido me parece mucho.
Comparto su criterio. ¡No se puede salir de la crisis sin catarsis! Los sindicatos, periodistas y tertulianos no han cambiado el cliché de su análisis económico... es como si añoraran el pasado culpable. Los politiquillos solo piensan en el rédito político... ¿Y me habla de un capitalismo ético?
ResponderEliminarEl Presidente del BCE acaba de ratificar que la crisis en la zona euro todavía no se puede dar pr cerrada. ¡Bien por Magóez !
ResponderEliminarHablando de oro, en Enero de 2012 envié una carta al diario Las Provincias en la que incluía los siguiente:
ResponderEliminarEste es el dato: En un momento, año 2007, en el que no era, según los parámetros económicos que se manejaban entonces, de ningún modo necesario “hacer caja”, vendió 4,3 millones de onzas de oro de nuestras reservas a un precio promedio de 666$. Hoy está a 1.647$, es decir, hemos perdido 4,12 millones de dólares, al cambio de hoy 3,27 millones de euros.
Esa era la cotización del oro hace dos años, ahora está mas baja, pero lo cito como ejemplo de lo mal gobernados que hemos, y estamos, gobernados. Y, ¿Quién pide responsabilidades a los ineptos de turno? . Se van de "rositas" y para mas escarnio, colocados en las empresas privadas a las que, por lo menos, "no molestaban"
Me gustaría no tener que darle la razón, pero no me queda más remedio.
ResponderEliminarComparto plenamente la opinión de que no hemos salido de la crisis, y que nos queda un largo camino. Camino que no nos puede llevar al mismo lugar del que partimos, tenemos y debemos buscar otros destinos. Ni mejor ni peor, diferente. Como dice el refrán “segundas partes nunca son buenas”.
El espejismo de la buena campaña comercial de estas navidades, no es más que el fruto de la paga extra de los empleados públicos, me alegro por ellos, no el resurgir de la mies.
Llevo varios días intentando hacer una devolución en un establecimiento perteneciente a una franquicia muy conocida. Propósito imposible, la cola en la caja de “cambios y devoluciones” daba la vuelta al establecimiento. Hoy muy temprano lo conseguí. Como soy muy charlatán le comento a la cajera que llevaba varios días intentándolo, y ella me responde: “Sr., esto ha sido terrible, nunca había visto algo igual. Da la impresión que la gente viene a recuperar su dinero, y otros parece que prefieren el importe del regalo más que el regalo. Casi todo son devoluciones y muy pocos cambios.”
¿Qué le parece? Creo que es una importante reflexión de cómo anda el patio.