CICLO “LA 2ª GAVETA”que ahora es 5ª
COMENTARIO Nº 12-5ª
TEMPORADA, 21 DE NOVIEMBRE DE 2013
El mago de mi vecino dice que el
Gobierno tiene que cambiar. Que cambiar de chip, que hasta ahora se ha dedicado
a las cosas grandes y ahora poco a poco tiene que empezarse a dedicar a las
cosas pequeñas y a la gente. Dice que el trabajo sordo está acabando y ahora
hay que empezar a cumplir explícitamente algunas de las promesas. Yo creo que
tiene bastante razón.
Han pasado dos años desde la foto del balcón de
Génova, no desde la toma de posesión del Gobierno que fue un mes después. Se ha
reconstruido la carcasa de confianza necesaria, pero… ¿es suficiente?, creo que
no. Ha llegado la hora de dejar de
administrar obedientemente y dedicar una parte del trabajo semanal a innovar
para la gente. La gente pasa de las cosas grandes, en muchos casos sin razón.
Es que está preocupada por las cosas pequeñas que les atañen directamente a
ellos. Para un Gobierno un puesto de trabajo es una cosa pequeña cuando tiene
6.000.000 de personas que no pueden trabajar, para una familia es
importantísimo porque multiplica sus ingresos por dos y su esperanza por mil.
Las cosas pequeñas también son importantes. Hay que pensar que cada problema
pequeño debe de tener una solución, sin caer en el peronismo y el populismo fácil.
No es un nuevo pesebre es mucho más serio el asunto. Cada radio de la rueda de
la bicicleta es prescindible pero es importante para el equilibrio general de
la rueda y aquí estamos con más de uno de cada cuatro radios inutilizados, la
rueda aguanta un poco, al final acabará descentrándose y rompiéndose.
Hay
muchas burbujitas que arreglar. La huída al campo de urbanitas de segunda o
tercera generación es un parche de desesperación, nadie se ha preocupado de la
mejora de la renta agraria real, en todo caso no es la panacea. Nacen los
mercadillos agrícolas, son necesarios, pero hay que preocuparse de que sean
eficientes y claros. Se están convirtiendo en una fuente de dinero no
controlado por Hacienda. Pasa lo mismo con el negocio de “los chapuzas” y
talleres mecánicos en el garaje de casa. Pequeñas reformas pueden clarificar y
blanquear el asunto antes de que se convierta en un problema. El Gobierno y el
Gobernante deben de reformar además de administrar. Un político no debe ser un
mero administrador tiene que innovar y solucionar. Las cosas pequeñas son importantes.
Ahora resulta que somos una pequeña
potencia exportadora. ¿Qué pasará el día que la productividad además provenga
de un sistema fiscal menos agresivo y discriminatorio? Ese es un asunto grande
que posiblemente resuelva muchos asuntos pequeños. Me preocupa la entronización
de conceptos genéricos que provienen del ideario izquierdoso decimonónico. La
realidad es más sencilla y libre. El gobernante, y por lo tanto el
Gobierno, está para crear ambiente y que
el albedrío económico funcione libremente. El gobernante está para no molestar.
¿Alguien me puede decir cuando un emprendedor pasa a ser un “malvado
empresario”?
No solamente se trata de que fluya
el crédito. Lo contrario es volver a caer en la trampa que nos llevó a esta
situación. El crédito tiene que fluir para las buenas ideas y eso lo tiene que
aprender la banca post crisis. El café para todos es malo. Los tiempos han
cambiado y los hábitos hay que acomodarlos a esta nueva realidad naciente. Las
buenas ideas merecen el crédito, el consumo alocado volverá a ser una trampa.
Tenemos que reeducarnos como consumidores, los empresarios también como
productores. No todo vale, hacer cremas blanqueadoras para negras es un engaño
por mucho márqueting que le pongamos encima.
Hay muchas cosas pequeñas que se
tienen que arreglar o mejorar. La suma de las cosas pequeñas irán bajando el
número de esos seis millones de problemas que tiene el Gobierno. A eso tiene
que dedicar los próximos dos años. Después las urnas decidirán.
Han pasado casi dos años y ni el mago
de mi vecino ni yo estamos mejor. Lo digo por pequeñas cosas que nos pasan.
Pero es que las cosas pequeñas también importan. Un grano no hace granero pero
ayuda a los demás.
Gracias por su atención y sean felices.
Reciban un fuerte abrazo de su amigo,
En Las Medianías, que es mi sitio, a Jueves 21 de Noviembre
de 2013.
Postdata: Si hay
50.000 apartamentos turísticos “alegales”… ¿No será mejor meterlos en el
circuito turístico regular? Cosas de
gestionar desde las mesas… supongo. ¡¡Salgan a la calle y conozcan la
realidad!! La economía sumergida les espera
Así se habla. ¡LLEGÓ LA HORA DE LA GENTE! Esto no tiene que significar que llegue la hora del populismo utópico que nos ha llevado a esta situación. El continente parece suficientemente reparado para empezar a afrontar los problemas de la gente, para eso se elije Gobierno. Rajoy lo acaba de decir, esperemos que esta vez cumpla. Todo sin dejar de vigilar a esos perros del comentario de la pasada semana que rondan sin ladrar.
ResponderEliminarLo importante somos mi familia y yo, despues los vecinos, después los ciudadanos y así sucesivamente. Preocúpense de nosotros y, como dice Magóez, NO NOS MOLESTEN.
¿Es usted el que hace los discursos de Rajoy? Ahora nos amenaza con nuevos "pequeños recortes"
ResponderEliminarA los actuales dirigentes, sean de color que sean y sean de la institución que sea, se les llena la boca de frases como: “es la hora de la gente” (me gusta más de las personas), “más talento y menos cemento”, “economía sostenible”,…….. .
ResponderEliminarLas personas hemos pasado a un segundo, o tercer, plano, importan más los mercados; se reducen las inversiones en I+D+i, y tampoco se favorece el cemento; la sostenibilidad ni se menta. Vivimos en un mundo de contradicción permanente.
Los mercadillo, la economía de subsistencia, la “chapuza”, la llamada “solidaridad”, etc. han creado un mercado “negro” y economía sumergida que le están dando a los gobiernos un respiro ante un posible estallido social, pero del que no se beneficia las arcas del Estado.
A todas estas los gobernantes se han olvidado que la misión del Estado es procurar las mejores condiciones para el desarrollo de las cualidades humana; por lo que la no sólo sirve para cubrir las necesidades primarias, si no también, y fundamentalmente, para alcanzar la justicia y el bien común.
Parece que estamos viviendo la postguerra, pero con smartphone.
ESTO TAMBIÉN IMPORTA:"El Gobierno propone a los partidos homologar las pensiones de los cargos públicos a las de los ciudadanos"
ResponderEliminarEjemplo de hoy mismo: Los pescadores de Calpe (Alicante) han parado hoy en protesta por los controles que les hace el "sistema" a mitad de faena, en alta mar. Pierden dos horas de trabajo cuando dichas comprobaciones se podrían hacer cuando regresan a puerto, y de ese modo no perderían el 20% de su jornada que podría ser productivo. Esas son las pequeñas cosas que los burócratas de turno deberían aprender. Y, de paso, la patrullera en cuestión ahorraría gasto en horas de navegación. ¡Qué lejos estamos los que procuramos discurrir de los que nos gobiernan!
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