CICLO LA “GAVETA”
COMENTARIO Nº 24 DE 20 DE MAYO DE 2010
La semana pasada el Presidente del Gobierno fue al Congreso de los Diputados y nos dijo: “Estamos al borde del precipicio y bla, bla, bla ...”. Esperemos que, como dice mi amigo Manolo, la próxima vez que acuda no diga: “Hemos dado un paso adelante”. Lo de la semana pasada no ha pasado de un reconocimiento de la situación y una serie de medidas a tomar, nada más. Declaración obligada y forzada por “nuestros” amigos poderosos. Pero no hay nada hecho, la cosa, de momento, no pasa de una mera declaración de intenciones. Lo que la gente quiere y el País necesita son “facta non verba” (Hechos y no palabras). Si el Gobierno es capaz de poner en marcha las medidas anunciadas por el cariacontecido y obediente Zp, solamente se habrán conseguido dos cosas: salvar, de momento, al euro y parar el salidero de la economía española. Es mucho y es nada. Para salir de la situación quedan muchas cosas por hacer, mucho “trabajo, sudor y lágrimas”.
Es cierto que hay especuladores que están jugando contra el euro y España, pero lo hacen porque la economía real lo permite. También las actuales normativas, mañana se reúne el Eurogrupo para por la vía normativa evitar estas especulaciones. También preveo problemas en la aprobación del entramado jurídico-legislativo necesario para la puesta en marcha de las propuestas de Zp, los grupos políticos siguen pensando más en su propio beneficio electoral que en otra cosa. Si de verdad creen que hay que cambiar de gobernante que lo digan ahora, hoy o mañana, porque en Julio es tarde, pasado mañana ya es tarde. Se acabó el tiempo, no hacer nada es dar el paso al abismo. Ya lo advirtió el FMI y la consecuencia es “una economía intervenida, un país que quedará convertido en un protectorado presupuestario, fiscal y lo que hay, lo demás pamplinas. No es tiempo de pasteleos e intrigas. ¡Segundos fuera! Y el que tenga dudas que vea lo que mañana presentará la canciller alemana mañana a la UE. Va de: “Pérdidas de soberanía, castigos e insolvencias”: “La canciller alemana, Angela Merkel, ha elaborad o un plan de nueve puntos para el rescate del euro que impone durísimas condiciones. El objetivo es evitar las crisis presupuestarias, mejorar la supervisión, el control y la coordinación político económica y crear un marco legal para una hipotética declaración de insolvencia de un Estado miembro”. ¡Agárrense que vienen curvas!
Estamos cayendo en la trampa de creer que el problema del déficit es el problema, desde luego que lo es pero no el único. Si quieren, resolverlo es condición “sine qua non”, pero no es toda la solución.
Nos queda enterrar muchos tabúes, nos que reconocer que somos más pobres, nos que dar por perdida una década y ponernos a pensar y trabajar. Nos queda reequilibrar el Estado de las Autonomías, nos que la reforma laboral, nos queda la discusión del modelo energético, nos queda y nos queda y nos queda. Esta sociedad hay que redefinirla, el producto España no funciona. Ese es el trabajo, urgente, largo y complicado. El país no es de los partidos es de los ciudadanos, y son estos los que tienen que decir: ¡Aquí estamos! Sigo creyendo en la frase que alguien me dijo una vez, que “cuando los buenos se callan los malos ganan”. ¡Seamos buenos!
¡Uff! … Lo que nos queda por hacer, un trabajo ingente e inaplazable. Reinventar una economía, la importante, la nuestra. Si no nos convencemos que esto es una depresión nos engañaremos a nosotros mismos, y lo pagaremos. Que la economía real está en problemas se refleja en la evolución en la última semana del índice Ibex de la Bolsa y en la correspondiente valoración del euro frente al dólar. Estamos perdiendo riqueza y competitividad, que es lo mismo que oportunidades. Esa es la gran reflexión. Ese es el gran trabajo que nos queda, además de trabajar todos los días.
Hay que propiciar un gran debate, hay que reinventar y hay que incluir en ello a esos viejecitos que escriben habitualmente en los periódicos y nos cuentan su pequeñas “memorias personales” y sus batallitas, que alguno ya está hablando de economía, y está bien. Todo suma para despertar a la sociedad.
A pesar de todo creo que como siempre el país va a seguir existiendo, la sociedad no se va a desestructurar, va a parecer que somos más pobres y nos iremos dando cuenta de que ya no hay oportunidades. Pero seguiremos existiendo mal que bien.
Para terminar una cuestión personal. Al hilo del cambio de nombre de Telefónica, llevo unos días pensando en cambiar mi apellido de Magóez a MagoStar, tiene más marketing, pero al final uno es un mago hijo de mago, como lo atestigua la “ez” final, y me duele renunciar. En los años setenta, cuando el Registro Civil permitió el cambio de nombre mi amigo Juan Caca Culo fue al registro y se cambió el Juan por Remigio que era la ilusión de su vida. Seguiré siendo mago con “ez”, decidido.
Gracias por su atención y, a pesar de lo dicho, disfruten de la vida.
En Santa Cruz de Tenerife, 20 de Mayo de 2010
Magóez
ME ENCANTA QUE HAYA INCLUIDO EN SU COMENTARIO LA LEYENDA DEL ESCUDO TRENOR (QUE POR CIERTO NO SE QUIEN INVENTÓ O CREÓ). DEJANDO APARTE LAS BROMAS, YO PRACTICO CON EL EJEMPLO, YA SOY MAS POBRE, SOLO LLEVO EN ESTE MOMENTO 5 EUROS EN LA CARTERA. ¡PUTO ZAPATERO!
ResponderEliminar20/05/2010 18:54 en magoez.blogspot.es
Mi amigo Emilio me envía el siguiente y aleccionador e-mail:
ResponderEliminarDEUDAS y BURROS
Se solicitó a un prestigioso asesor financiero que explicara esta crisis de una forma sencilla, para que la gente de a pie entienda sus causas. Este fue su relato:
Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran.
Buena parte de la población le vendió sus animales.
Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos.
Y a continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros.
Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente, y se marchó.
Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma aldea para que ofreciera los burros a 400 euros cada uno.
Ante la posible ganancia a la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros, y quien no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca.
Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más aparecieron.
Resultado:
La aldea quedó llena de burros y endeudados.
Hasta aquí lo que contó el asesor. Veamos lo que pasó después:
Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo.
Quienes habían prestado dinero se quejaron al ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo.
Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero estos, ya cobrada gran parte del dinero, sin embargo, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado.
El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado.
Entonces pide dinero a otros ayuntamientos; pero estos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.
El resultado:
Los listos del principio, forrados.
Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda.
Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida.
El Ayuntamiento igualmente arruinado.
Resultado¿ final?:
Para solucionar todo esto y salvar a todo el pueblo, el Ayuntamiento bajó el sueldo a sus funcionarios.
21/05/2010 11:43 en magoez.blogspot.es