“CABAÑUELAS (DE PENSIONISTAS)”

Hace ya un par de años publiqué, aquí mismo, uno de mis mayores éxitos editoriales, se titulaba “MartirizarAbuelos” y, entonces, ya señalaba lo que en aquella temporada se empezaba a publicar y hablar sobre las pensiones, sobre todo las futuras. Me daba la impresión de que estaban jugando con mis sentimientos, y los suyos, sobre la sostenibilidad futura de las pensiones. Tuve la sensación que se organizaba un complot para robarme mi mochila, esa que había estado llenando durante más de treinta y cinco años. Pues bien, la cosa sigue igual o peor, la histeria ha subido de tono y ahora todo exactamente igual, tal vez muchos más nubarrones.
El tema se ha complicado cuando lo han sacado del estricto ámbito del Pacto de Toledo, que se reúne en Madrid, y lo han colocado en el foco político. La cuestión ha dejado de ser fundamentalmente técnica para pasar a ser meramente política. Han convertido el asunto de las pensiones, actuales y futuras, en arma arrojadiza en el debate político; ha pasado de ser un asunto de interés general al cortoplacismo del ruido mediático y la parafernalia parlamentaria. Los inexpertos han tomado el timón y la demagogia se va instalando paulatinamente.
Con todo esto y llevando una política económica tintada de política, el sistema se ha empobrecido. Ya no cumple con la regla de estar separado de los gastos de los presupuestos generales. Se ha malversado dinero de “los pensionistas” para pagar medidas de la política económica del Gobierno ¿Por qué nos quitan dinero del sistema para pagar bonificaciones estratégicas? ¿Qué pensiones no contributivas se pagan desde el sistema? Las pensiones no contributivas son una falacia en sí mismas y deben de ser fruto de la redistribución de la renta desde los presupuestos del Estado. Los beneficios fiscales a empresas y autónomos, también, se deben pagar con impuestos no con contribuciones al sistema de pensiones ¡Esto se lleva haciendo desde hace muchos años y nadie protesta! ¿Cuándo aprenderán que el dinero de las pensiones es del pensionista? La política económica se debe de hacer con los ingresos y gastos del Estado y no con el dinero de los pensionistas.
Ha existido una regla básica que ha permitido que “tanto aportas tanto cobras”. Pues no, los iluminados de turno han decidido que hay complementos que se pueden pagar desde la tesorería de las pensiones, están desfigurando el sistema. Además el populismo está siendo animado desde la política y están sacando a la gente a la calle pidiendo “pensiones dignas” mayores que las que corresponderían por las aportaciones realizadas. Ciertos plumillas analfabetos destripan las estadísticas por comunidades y se llenan la boca diciendo que en su región, o nacionalidad, las pensiones son menores que en otras como si fuera una decisión gubernativa ¡Son las cotizaciones y el nivel de sueldos, imbécil! Mayor estupidez aún con las medidas para subir políticamente las pensiones, sį los politiquillos de turno, la mayoría, entienden que debe de existir un mínimo ingreso para vivir… ¡que lo paguen con impuestos!, pero ahí les duele.
 Ya bastante problema tienen las pensiones con el aumento de la esperanza de vida de sus pensionistas, con el vacío demográfico que se espera y con la devaluación del salario medio por la globalización, para encima cargar al sistema con florituras populistas externas. El asunto se arregla con expertos y no con demagogia. Hay momentos que pienso que la supervivencia de mi pensión depende de los cabañuelistas que han perdido su trabajo por la mejora de la técnica meteorológica.
Reclamo que mi pensión, que es mía, se administre con la eficacia de un buen padre de familia, pero  nada de cabañuelas populistas y electoralistas. Que las mejoras a los demás ciudadanos se hagan con mis impuestos y los de todos, que están a punto de destruir el bosque para quemar leña, que debe de haber otro sistema que no deje a los abuelos desnudos en plena calle. Que entre meteorólogos y cabañuelistas me quedo con los primeros.
¡Mi pensión es mía y no admito cabañuelas con ella, que con las cosas de comer no se juega!   
¡Hala que les vaya bien!  Un saludo de
En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 25 de noviembre de 2018.




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“LA CRISIS QUE DOBLÓ LA ESQUINA”


Hace ahora diez años cuando el crac de Lehman Bros. desencadena la gran crisis, y yo me pregunto ¿La desencadenó o la aceleró? Posiblemente ni lo uno ni lo otro. Sencillamente fue el catalizador que aceleró la reacción que ya estaba planteada. Fue una crisis de la parte financiera de la economía porque la economía había llegado a su máxima capacidad de absorción del dinero que se generaba con derivados y asimilados. La crisis de la economía real estaba allí latente, el endeudamiento era de tal calibre que ya no producía mayor producción de bienes y servicios, el mayor endeudamiento ya no ofrecía efecto apalancamiento sobre la producción y, mucho menos, sobre los beneficios y el cash-flow, las deudas dejaron de ser pagables en términos generales. El mercado mundial ya no era capaz de absorber mas bienes y servicios, una crisis de sobreproducción estaba latente, el paro y los bajos salarios se adueñaban del panorama, se estaba dejando de crear puestos nuevos de trabajo y los jóvenes, y algunos mayores, dejaron de tener perspectivas. Ya nadie estaba seguro de que el siguiente año sería mejor que el corriente. El mercado, bastante desregulado, actuó y el sistema financiero hizo lo que tenía que hacer: empezar a quebrar. Los Gobiernos intervinieron.
Los Gobiernos, nacionales y superiores, intervinieron y pretendieron salvar el equipaje de sus nacionales. No se dieron cuenta de que el problema era global y que en gran medida estaba propiciado porque el mercado global no era simétrico. La globalidad existía pero las condiciones de libertad y de regulación eran distintas, el egoísmo y la lucha por aprovechar la coyuntura en beneficio propio propiciaron mayor desorden general. La política a corto plazo se impuso a la política económica. El sistema se saneó pasando deuda privada, de empresas y bancos, a deuda pública. Se paró la primera ola pero se sembró el germen de la siguiente: la crisis de las finanzas públicas ¿Quién saneará sus balances? ¿Volverá otro crac? Me temo que pudiera ser que sí. Estamos sentados sobre una bomba de más de 200 megatones.
En términos macro la cosa parece que se reequilibra no ocurre lo mismo a nivel micro, el suyo el mío y el de nuestro entorno,  ha cambiado. Las cosas son distintas, ahora no tenemos un futuro muy claro, los charlatanes han venido a la política, hemos descubierto las marcas blancas, ya no podemos echarnos un lujo de vez en cuando, la clase media se ha reducido y ahora nuestra sociedad es más frágil ante cualquier coyuntura adversa. Volvemos a ser clase asalariada con pocas esperanzas de dejar de serlo, la movilidad social se ha reducido; ahora trabajando no parece factible mejorar. El sistema ha cambiado, ahora las cosas son de otra manera. La tecnología ayuda a que las cosas sean distintas pero esa no es la causa. La causa está en que el equilibrio global está en un “veremos quién se impone”, en que las cosas han dejado de ser como siempre.
Hace diez años los “sabios” discutían sobre cual tipo de crisis estaba ocurriendo, si en “V”, en “W”, en “L” o incluso en “Escalera descendiente”, nadie lo entendió la crisis era diferente, era de modelo, era de reequilibrio estratégico”, lo de Lehman fue un destello que nos despistó de un nuevo mundo naciente, peor y más complejo. A pesar de los esfuerzos de los Gobierno ya nada volverá a ser como fue. Todavía es posible otra ola, la crisis de la deuda pública y si tienen dudas miren el futuro financiero de Italia y Argentina, esta vez estamos sin armas ni herramientas… ¿Será atajable? ¿Y si no? Juguemos a los nombres de película. 
Cuando era niño jugábamos a los títulos de película imposibles: “Los apuros de un chorizo en alta mar”, “El caballo del malo gana” … y “La bala que dobló la esquina”, pues bien la vida real se acaba imponiendo y tras discutir el tipo de crisis que estábamos viviendo, ahora nos ha tocado sufrir la película “La crisis que dobló la esquina”.   
¡Hala que les vaya bien!  Un saludo de
En Las Medianías, que es mi sitio, a domingo, 28 de octubre de 2018.



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