“MANOLO Y NOELIA”

CICLO “LA  GAVETA, 2ª TEMPORADA”

COMENTARIO Nº 58  DE 17 DE MARZO  DE 2011

Manolo y Noelia, gomeros, quisieron tener una oportunidad en la vida. Manolo y Noelia cogieron sus pocos bártulos y se fueron a la capital de la provincia. Manolo y Noelia alquilaron un garaje con cuarto de baño y pusieron en marcha una pequeña tienda de comestibles, una “ventita”. El garaje alquilado no tenía más de dos metros de altura, una puerta plegable de cuatro hojas y un añadido de la misma altura con un ventanuco a la calle. Allí separaron el garaje en dos zonas, la de vender y el almacén. Un espacio para la clientela, un mostrador y una estantería que separaba del almacén. En el  añadido, con letrina incorporada, partieron el espacio con una cortina, de tal manera que quedaba un fregadero, la cocinilla de petróleo, y una mesita a un lado y la cama y poco más al otro. Manolo madrugaba todos los días y compraba en el solar de “asentadores” y “gangocheros” de la calle del Humo, junto al mercado. Su medio de transporte era un “carrito” azul de tres ruedas que empujaba personalmente. Vendían verduras, galletas con caja a devolver, queso, huevos, lentejas y cosas de la cocina diaria. Vendía lo que podían y ahorraban lo poco que les quedaba. Tuvieron cuatro hijos, los gemelos se les murieron de un mes. Fue el primer entierro que vi, silencio, unas cajitas blancas y las lágrimas de la madre. No cerraban nunca, lo más que hacían era entornar las puertas, siempre estaban dispuestos a vender algo. Fiaban a los vecinos más necesitados. “Manolo que dice mi madre que si tiene queso, que mañana se lo paga” le decíamos un domingo por la mañana o un martes anochecido, daba igual, siempre estaba. Envolvían las mercaderías en papel de periódico usado que les daban los vecinos. Trabajaron y ahorraron, cuando Manolo y Noelia pudieron cambiaron el “carrito” de tres ruedas por un Peugeot 203 tipo “rubia”. Trabajaron y ahorraron, se compraron un terreno en el extrarradio, cerca de la “Residencia Sanitaria”, y mediante auto construcción, los fines de semana, y el trabajo solidario de otros gomeros se construyeron un local, su nueva tienda, y su vivienda encima. Mientras tanto los hijos estudiaron y crecieron. Manolo y Noelia dejaron el garaje. Los hijos, hoy en día, están bien situados, al menos uno cursó estudios universitarios. Estos eran Manolo y Noelia. Una vida de sacrificio y trabajo por y para sus hijos. Buscaron una vida mejor y lo consiguieron.

Podría contar la misma historia de Valero, de Doña Leonor y su hija Servanda, del carrito de Doña Concha la madre de Lala y Paco, de Don Elías, de Don Luciano y Juanito, todos salieron para adelante. Así se hizo la España del desarrollo, con sacrificio, trabajo, tenacidad, esperanza y estudios para los hijos. Otros hicieron Venezuela, pero lo hicieron y la mayoría mejoraron.

Esta es parte de mi memoria histórica, lo traigo aquí como homenaje y lección. Ese es el espíritu que tenemos que recuperar.

La sociedad se ha acostumbrado a que nos den todo hecho, lo nuestro es consumir y disfrutar, nos lo da “papá estado” o “papá papá”. Nunca nos hemos dado cuenta de que el dinero salía de alguna parte, nos olvidamos de producir más y mejor, el consumo se tragaba todo. La gran tragedia de los días de euforia ha sido la expansión incontrolada del crédito. Nos pasó como a los indígenas de la Amazonía peruana que cuenta Vargas Llosa en su último libro que cuanto más gastaban del almacén de la Peruvian Co. más debían, cuanto más tirábamos de tarjeta más debíamos. Los indios amazónicos lo hacían por necesidad y nosotros por idiotas. Con las ventas a plazos descontroladas y el dinero de plástico pasamos de una economía de las cosas posibles a una economía fundamentalmente financiera y de caprichos, que funcionó mientras el riesgo se medía por las entidades prestatarias, cuando el negocio cambió y los ejecutivos de la banca pasaron de ser diligentes empleados a “perceptores de bonus” sin importar el origen de los beneficios, el sistema hizo pluf y reventó.

Hemos de recuperar la fe, la actitud y la tenacidad de Manolo y Noelia porque caso contrario los hijos Chin Lu y Tsao de Lu, gomeros de la China, que trabajan tenazmente en familia y todos los días del año, y ya están aquí, heredarán la tierra.

En definitiva en los japoneses tenemos el ejemplo, en el 95 se levantaron del terremoto de Kobe, en 2011 se levantarán de su particular 11M y su Tsunami que les va a costar un 3% de su Pib anual y unos daños de 100.000 Millones de Dólares (apx. 72.000 Millones de euros), y los japoneses ni van a renunciar a la tecnología ni a la economía global. ¿Saben cuánto nos ha costado a los españoles el mantenimiento financiero? Entre el FROB y el FAAF aproximadamente 59.000 Millones de euros más los 15.000 Millones de euros de salvación de Cajas y Bancos. Por eso creo que lo razonable y duro hubiera sido dejar caer el sistema y reinventarlo. Es que nos engañamos a nosotros mismos, hasta Ángela Merkel tiene un discurso hacia afuera y otro para las elecciones, el petróleo barato bien vale una dictadura en Libia y dejar pasar el tiempo mirando a otro lado. ¡Es lo que hay!

Gracias por su atención y, a pesar de lo dicho, “Buenos días” y disfruten de la vida. Reciban un fuerte abrazo amigo de su amigo,

El Magóez

En Santa Cruz de Tenerife, 17 de Marzo de 2011.

el.magoez@gmail.com

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