CICLO "LA GAVETA"
COMENTARIO nº 2 10 de diciembre de 2009
La semana pasada quedé comprometido con todos ustedes en hablar de la ley de la economía sostenible, del borrador que aprobó el Consejo de Ministros. Tengo que reconocer que no soy un fan de este gobierno que nos ha tocado padecer, a pesar de eso me gusta pensar que hasta los gobiernos malos tienen alguna idea positiva y oportuna. Esa fue mi esperanza. Casi todos estamos de acuerdo en que el modelo productivo de este país necesita un cambio adecuado al nivel de desarrollo que aparentemente tenemos. Los bajos tipos de interés que vinieron de la mano de la incorporación al euro cubrieron como un manto los verdaderos problemas de nuestro desarrollo. En esa euforia de crecimiento, de consumo y de inversión no supimos, o no quisimos ver, que nuestra estructura productiva era sólo adecuada para un periodo de que cubre el paso de “país en vías de desarrollo” a país desarrollado. Creímos que con seguir igual nos iba a seguir yendo cada vez mejor.
Es la ausencia medidas estructurales, al decir de los expertos, las que en este momento se pone de manifiesto con la crisis. Seguimos con la teoría de una crisis dentro de la crisis, otra vez la teoría de las “matrioskas”. Es decir, que hace uno o dos gobiernos, que el país se tenía que haber planteado una nueva organización, objetivos y relaciones económicas para asentar el nivel de desarrollo económico alcanzado y hacerlo mantenible. Hace unos meses hubiera hablado de sostenible, pero hoy en día esa palabra tiene unas connotaciones más amplias que la meramente económicas. Y como no hicieron nada ahora tenemos nuestra propia crisis dentro de la crisis global.
Y me puse al trabajo de leer las 198 páginas del proyecto de ley. Y mi ilusión y óptimismo se fueron transformando paulatinamente en desilusión y desasosiego. Me encontré con un texto bastante desestructurado que describía un montón de ideas, que no objetivos, y que en el fondo no eran sino un conjunto de frases huecas y publicitarias. Ciento noventa y ocho páginas de publicidad institucional y partidista, excepto algunas que parecen estar sacadas de una ley de acompañamiento de los presupuestos. Se olvida el documento que cuando quieres alcanzar unos objetivos es importante describir el punto de partida. Pero claro ¿cómo el gobierno va a reconocer que tenemos una economía el estado casi comatoso? En definitiva un texto inútil como puso de manifiesto toda la oposición en el debate de su presentación por el Presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados. En todo caso me quedo con la idea básica que tenemos que cambiar nuestro modelo productivo y de relaciones sociales para poder conseguir salir de la crisis con una economía que se automamtenga sin la muleta de las ayudas del gobierno. Una economía en la que la iniciativa privada sustituya a las ayudas oficiales.
Esta es la historia de mi desilusión ante un proyecto de ley que por necesario creí positivo, pero que la realidad del mismo sigue siendo “más palabrería y generalidades genéricas”. Lo dice el propio servicio de estudios del Banco de España que considera que la ley no es suficiente para reformar la economía y que "la situación requiere reformas profundas, ambiciosas y urgentes". Y siguiendo con su permanente apelación a la necesidad de reformar el mercado de trabajo insiste en que “la economía española necesita una mayor adaptación de los salarios a la situación económica”. Totalmente de acuerdo. Si quieren saber lo que el Gobierno piensa de nuestra capacidad intelectual, vean la web que ha puesto en marcha para explicarnos su proyecto de Ley, está enwww.economiasostenible.gob.es, lamentable. No dice nada.
Soy de los que siempre he creído que el sistema sanguíneo de la economia es el sistema financiero y bancario. Claro que también hay otros sistemas imprescindibles el circulatorio, el nervioso, el digestivo, etc.. Y esta semana hemos tenido tres noticias relacionadas con el mismo: una buena, una mala y la otra catastrófica. La buena: en Londres el pasado día 2 los ministros de Finanzas de la Unión Europea acordaron la creación de un sistema de vigilancia comunitaria para controlar con más rigor los bancos, las aseguradoras y los mercados bursátiles, para evitar futuras crisis. Está pendiente de segunda lectura. La mala: “el mercado” sigue creyendo que el sistema bancario español (bancos y cajas) no ha aflorado todas sus pérdidas y que el año próximo va a ser muy duro para la banca española, sobre todo para las cajas, debido a sus créditos al sector de la construcción residencial e hipotecarios. Impagos, quiebras y morosidad. ÚLTIMA HORA: S&P RECORTA LA PERSPECTIVA DE ESPAÑA A NEGATIVA.l
Para la noticia catastrófica he iniciado un nuevo párrafo. Trichet, el capo del Banco Central Europeo, ha dicho que no esperará por España para elevar los tipos de interés. ¡HABRÁ QUE SALIR DE LA CRISIS CON LA POLÍTICA MONETARIA EN CONTRA! ¡Milagro! Un éxito más del papel de España en el mundo. No somos nada ni nadie.
Sigo pensando que individualmente tenemos que seguir trabajando, los que tengan la suerte de no caer en el paro, y aportando nuestro esfuerzo para salir del agujero. El día que haya uno más que viva del cuento que los que trabajan, se acabó todo.
Lo de la cesta de la compra en Canarias lo dejamos para el próximo comentario.
Gracias por su atención y, a pesar de lo dicho, disfruten de la vida.
En Santa Cruz de Tenerife, 10 de Diciembre de 2009
MAGOEZ
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