“DE LA POBREZA Y LA IDEOLOGÍA”


CICLO “LA  2ª GAVETA”
COMENTARIO Nº 31-5ª TEMPORADA, 22  DE MAYO  DE 2014

Hace semanas que me reconcomía las entrañas y la mente el escribir esta reflexión, no me atrevía, me daba mucho reparo el poder decir cosas políticamente incorrectas. En los últimos días hemos vivido como una mala frase sacada de su contexto se convierte en arma de los políticos y politólogos ¿existen estos últimos o simplemente son unos vulgares “corre ve y diles” apesebrados? Hoy me atrevo:
Dice Thomas Sowell, pensador y economista, que “el Estado del Bienestar hace confortable la pobreza”, que “penaliza los intentos de salir de la misma”. Políticamente incorrecto y probablemente cierto, o casi. Thomas tiene más de setenta años, ha vivido lo suyo, habla también por experiencia propia. Sabe lo que son las minorías marginadas porque Thomas además de pensador es negro, cuando nació los negros americanos no podían prestar servicios de armas; simplemente solo podían llegar en el ejército a camareros, barrenderos o cocineros. Lo de los derechos civiles y el viajar compartiendo espacio en los autobuses es de los años sesenta. Tomas Sowell sabe perfectamente lo que es ser un marginado con dificultades económicas, dificultades educativas y del tipo que quieran. Sabe de la vida y de estudiar por las noches, pero fundamentalmente conoce de las trampas para mantenerlo en su clase y en sus guetos. Sus visiones de la sociedad son al menos dignas de ser leídas, entre otras cosas porque posee la cualidad de buscar explicaciones en lo que la mayoría de la gente considera principios inmutables e inalienables de la sociedad y, por lo tanto, de las ideologías; y, por lo tanto, de las políticas económicas. Esa es la gran diferencia de fondo entre los Estados Unidos de América, la Europa que vivimos, la Unión Soviética y el peligro naciente de China: su diferente visión del mundo.
Mucho se ha escrito últimamente sobre la pobreza. Vaya por delante que su definición es subjetiva, es mucho mejor ser un pobre europeo que maliense. Lo verdaderamente importante es “tener la capacidad para salir de la pobreza”, la capacidad de ascender en la organización social. Hace muchos años escuché como una famosa tenista rumana, cuando el telón de acero y la dictadura fracasada del proletariado, que huyó andando de su país donde era una privilegiada porque quería “ser libre” y no estar tutelada por el Estado y vigilada por el partido. Esa sigue siendo la cuestión. Cuanto más tutela de los poderes públicos menos capacidad de libertad, cuanto mayor dependencia del Estado menos posibilidades de cambiar de estatus económico. Es para meditarlo, la ideología si importa ¡Quiero poder triunfar y fracasar porque para quedarme como estoy basta con quedarme quieto!  Si buscamos en las estadísticas de paro resulta que el índice de pobreza prácticamente ha seguido igual desde principios de la crisis hasta hoy. Los sabios comentadores apesebrados confunden menores ingresos familiares con pobreza, y los políticos de vuelo rasante, la mayoría, aprovechan el retorno del boomerang para hacer su habitual demagogia.
La pobreza, la intelectual y la otra, tienen ideología. El pragmatismo reciente de muchos utópicos líderes europeos solo sirve para fijar votos fieles. Para engañar al proletariado con utopías inalcanzables y fracasos palpables, pero los domestica ¡La tranquilidad por un plato de lentejas!
En este país se ha comprado paz social y votos untando voluntades, ahora salen a la luz los problemas, ahora que tienen poca solución. Los americanos de USA, que tienen otra visión social, se han dado cuenta y van a exigir más a sus  maestros, igual que los últimos veinte años, o más, en mi entorno donde no he visto una sola norma para exigir más a nadie, ni a maestros ni a alumnos, al contrario; aprobado general y más sueldo y menos horas laborales. Ahí nace la pobreza  ideológica que siempre deviene en económica.
Orwell tenía razón el Gran Hermano está triunfando y el Leviatán se ha trasmutado en la pequeña clase social de los especuladores y acaparadores. De siervos de la gleba y pocos señores, de esclavos y pocos señores, a “deltas” y “alfas”. Esa es la cuestión. La pobreza si existe… ¡La ideológica!, la otra tiene solución si hay nuevas voluntades y actitudes, que para eso son las crisis.

Gracias por su atención. Reciban un fuerte abrazo de su amigo,
El Magóez  

En Las Medianías, que es mi sitio, a jueves 22 de mayo de 2014.

Posdata: Y los electores repartirán la suerte, si es que van a votar.

Nota: Más sobre Thomas Sowell


                                                                                 

SERIE LA GAVETA:   INDICE DE COMENTARIOS PUBLICADOS

 

INICIO DE  LAS LIBRETAS DE EL MAGOEZ

_________________________________________________________________________


 

7 comentarios:

  1. Juan Antonio Pardo22 de mayo de 2014, 10:51

    Mirando las ELECCIONES EUROPEAS con ese enfoque empiezan a ser importantes. Si la socialdemocracia europea es la heredera de la VISIÓN UTÓPICA siempre necesitará de una "legión de pobres" para poder mantener su poder. Orwell lo vio claramente con sus" lamdas", casi esclavos mantenidos. Ahí radica la DICTADURA DEL PROLETARIADO. Buen y profundo comentario.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Algo así. Los utópicos que se sienten elegidos por Dios, y que quieren sustituir caridad por solidaridad, partido por Iglesia, familia por Estado, etc., necesitan de un público dócil. Por eso la teoría de las visiones de Sowell me ha llamado tanto la atención y explica muchas actitudes políticas. Usted elija en que bando quiere estar.

      Eliminar
  2. Simplemente brillante. Y no creo que sea "políticamente incorrecto" Sr. Mago, simplemente un pensamiento revolucionario. Enhorabuena

    ResponderEliminar
  3. Horatius Hamilton de Nelson22 de mayo de 2014, 13:20

    ...por eso en esta Europa impregnada de socialdemocracia utópica para salir de pobre solo lo haces si te toca una buena lotería y para ser famoso vas a un show televisivo dispuesto a desnudarte y contar tus miserias y las de tus amigos. Todos los demás: asalariados

    ResponderEliminar
  4. Efectivamente, cuanta mas hambre exista, mas acudirán al pesebre, y el ejemplo de Andalucía es paradigmático. Por otro lado, dando por sentado que, realmente, existe pobreza en España, creo que algunas familias se "sienten " pobres porque no pueden gastar 3.000€ en la Primera Comunión de sus hijos.

    ResponderEliminar
  5. Estupenda reflexión sobre la utilización de la pobreza como arma política. Gracias

    ResponderEliminar
  6. La pobreza material se mide con parámetros, más o menos, abstractos, depende de que sociedad se tome como modelo de referencia y de la “ideología” con la que se interpreten los datos. Unos somos pobres para Cruz Roja; otros son pobres para Cáritas. Nos estamos refiriendo a pobreza material medida por el salario medio, capacidad de gasto, consumo energético, … .
    La pobreza intelectual, espiritual, la pobreza en valores, es más difícil de medir. Los items empleados son más abstractos
    Ahora bien todas tienen un denominador común, el “hambre”, una de alimentos para el cuerpo y la otra de alimentos para el alma, alma en el sentido platónico.
    Las ideologías no satisfacen las necesidades ni del cuerpo ni del espíritu. Las necesidades se satisfacen con el esfuerzo personal.
    Llegados a este punto aparece el dilema de saber que camino seguir. Indudablemente hay muchas y variadas opciones. Pero en estos momento me debato entre dos opciones, muy diferente entre ellas.
    Por un lado considero la propuesta por el liberalismo económico y social, que no deja de ser una opción ideológica. La otra es una forma de vida.
    La forma de vida propuesta por uno de los más grandes y controvertido pensador occidental, Nietzsche y su teoría del superhombre, que supera la moral del “esclavo” y alcanza la moral de los “señores”.

    ResponderEliminar